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- 17/01/2024 00:00
- 16/01/2024 21:54
Amanecer sin un asesinato en Panamá es como un día sin Sol en temporada seca. Los números hablan por sí solos: a diario se producen 1.5 homicidios. De acuerdo a las estadísticas del Ministerio Público, el año pasado – 2023 – fue el más violento de la última década: 556 personas fueron asesinadas. El 84% (467) de las víctimas eran hombres. La edad crítica de los homicidios oscila entre los 18 y 35 años. Más del 50% de los casos se produce en esta etapa.
El sociólogo Danilo Toro explica que el homicidio no es una causa. Es más bien el más terrible efecto de la violencia que existe en la sociedad. El indicador de homicidio no dice, por sí solo, -en términos reales- la situación de la violencia. Existen muchas otras formas de manifestaciones de ella. Pero, el homicidio es la más cruel de todas, porque acaba con la vida humana, agregó Toro.
En ese sentido, este es, apenas, un indicador (tradicional) de la violencia más sangrienta que reconoce el Estado.Tener una alta concentración de personas jóvenes asesinadas indica que, al ser ellos las principales víctimas (y victimarios), el país tiene un futuro riesgoso. Juventud y futuro son dos conceptos claramente asociados. Ellos son los más afectados por la violencia que en general se da en el país.
En conclusión: “El país está enfrentando una importante pérdida de recursos humanos”, dice. No es un problema de los jóvenes. Es un problema social, que más afecta a los jóvenes. Y una nación sin jóvenes es una nación sin futuro”, reflexiona el sociólogo.
La gran mayoría de los homicidios – 91% – son producidos por armas de fuego y por varones. Esto significa que las armas son un problema, uno que viene desde antes que se cometa un homicidio porque representan un atractivo mercado negro que genera mucho dinero.
La cultura de estar armando en el mundo delictivo está íntimamente ligada a una economía paralela que es producto de intereses económicos, corrupción, modo de vida de los delincuentes y valores culturales y sociales.
Para el criminólogo, Marco Aurelio Álvarez esto sugiere la necesidad de investigar y abordar los factores que pueden estar contribuyendo a la participación desproporcionada de hombres en la comisión de homicidios.
“Los homicidios cometidos con arma de fuego sugieren que se ha incrementado la violencia por ajuste de cuentas en casos relacionados al narcotráfico, rivalidades entre pandillas, además que se nota un tráfico ilegal de armas de alto calibre, que nos indica que el país está altamente armado”, agregó el experto.
El uso de armas de fuego en la mayoría de los homicidios es “alarmante”. Según el criminólogo sugiere la necesidad de implementar medidas más estrictas de control de armas y abordar el problemas del tráfico ilegal de armas. La comparación entre el número de homicidios en 2022 (499) y 2023 (556) revela un aumento en la incidencia de homicidios en Panamá.
Desde un punto de vista criminológico, este aumento podría ser motivo de preocupación y requerir un análisis más detallado para comprender las posibles causas subyacentes.
En relación con la población total de Panamá, que se sitúa en 4,064,780 personas, el número de homicidios es preocupante y destaca la importancia de implementar estrategias efectivas de prevención del delito y de seguridad pública para proteger a la población, concluye Álvarez.