Para sanear la bahía todavía hacen falta $1,900 millones

Actualizado
  • 23/08/2015 02:00
Creado
  • 23/08/2015 02:00
Con dos nuevas etapas a cuestas (por $600 millones y $1,300 millones), el proyecto de controlar las descargas sólidas al mar de la capital avanza.

Nueve años después de puesta la primera piedra del proyecto de saneamiento de la bahía de Panamá, la zona este del distrito de Panamá es la única pendiente de descargar al cien por ciento sus aguas residuales en el sistema colector y de tratamiento de los residuos sólidos.

Pero una vez lo haga, se necesitarán de reformas a la red de saneamiento en ese área de la urbe: el Ministerio de Salud cree que deberá acometer ampliaciones en los corregimientos de Las Mañanitas y Tocumen, para aguantar la presión de los nuevos residentes. La zona cerrará este año con unos 135 mil habitantes.

Además, una vez se conecte completamente el sistema del este con toda la red de saneamiento de la Bahía de Panamá —proyectado para 2017—, se requerirá ampliar la planta de Juan Díaz, ante las proyecciones de una sobrepresión de las aguas residuales que producen, en términos generales, los barrios de la zona urbana de la provincia de Panamá, ocupados ahora por cerca de 1.4 millones de personas.

Las nuevas descargas aumentarán en dos milímetros cúbicos la demanda sobre la actua planta de Juan Díaz, entregada apenas en 2013.

En el sistema del este, cuatro colectoras (ya construidas pero sin entrar a funcionar) en Tocumen, el río Tapia, los barrios de Ciudad Radial y Don Bosco recogerán el agua de las alcantarillas y las impulsarán a una estación de bombeo en Tocumen, que las juntará en la ruta hacia el centro de tratamiento.

Queda pendiente la entrega de otra estación colectora en la zona céntrica del corregimiento de Juan Díaz, todavía en obras, y a cargo de un consorcio entre las empresas Meco y MCM.

La construcción de una planta auxiliar demandaría unos $342 millones, según las previsiones del Minsa. $150 millones de ellos se invertirán exclusivamente en la construcción. El restante será para el mantenimiento por una década. En octubre de este año se llamará a una licitación para ello.

LAS NUEVAS INVERSIONES

La planta de tratamiento de Juan Díaz también deberá soportar el peso de las nuevas descargas que provendrán de las redes de San Miguelito, que, sostiene el gobierno, deben ser ampliadas ya. Se trata de la tercera obra de alcantarillados en ese distrito. De manera global, suman $95 millones.

El sistema también requiere de reformas en el céntrico barrio de Paitilla y en los corregimientos de Bella Vista y Calidonia. Sobre el río Matasnillo se tiene previsto la construcción de una nueva colectora de aguas.

En términos generales, todas estas obras (que integran la segunda etapa) costarían unos $600 millones y estarían completas en 2020.

PLANOS MÁS AGRESIVOS

Sin embargo, ninguna de esas inversiones significarán el punto final del proyecto de limpiar la bahía capitalina.

Con la primera etapa completa en 93% (y con una inversión de $900 millones, una quinta parte de lo que cuesta la ampliación del Canal), y una segunda etapa empezando a andar, el gobierno estudia una tercera.

Antes de que el sistema opere al 100% —asegura el Minsa, basado en un plan maestro que ha desarrollado— se requerirá de la ejecución de esta nueva fase, con proyectos ‘pequeños', que, sin embargo, implicarían inversiones por el orden de los $1,300 millones.

‘Eso es lo que se necesita para conectar a toda la ciudad al sistema de alcantarillados y redes colectoras (...) pero las etapas vendrán según la necesidad de la población', pronosticó Tatiana de Janón, coordinadora del programa de saneamiento.

Entre las proyecciones está extender el plan de nuevos alcantarillados hasta la provincia de Panamá Oeste.

De Janón ha asegurado que el Minsa todavía estudia la manera en que se deberá intervenir en la red de alcantarillado de esa región metropolitana.

La primera etapa de los estudios han empezado en los barrios de Burunga, pero el plan maestro contemplado debería llegar al resto de Arraiján y La Chorrera. Ambos distritos suman la misma cantidad de población que el distrito de San Miguelito, y apenas un tercio menos que el global de la provincia de Chiriquí.

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PROCESO DE SANEAMIENTO

La planta de Juan Díaz se vuelca a la ecogeneración de energía

El 18% de la energía que gasta la planta de tratamiento de aguas servidas de Juan Díaz será producida con biogás.

Así lo ha asegurado el Ministerio de Salud (Minsa), que sostiene que el proyecto se ejecutará con los propios procesos que se ejecutan en la planta: la energía saldrá del procedimiento de desinfección (con digestión anaeróbica) de los lodos controlados que limpian las aguas residuales.

El Minsa no ha confirmado la fecha ni cuánto costará invertir en la producción de energía a base de biogás. Para generarla se necesita de la mezcla del gas metano (propio de la materia biodegradable, como las heces), dióxido de carbono, nitrógeno, oxígeno y sulfuro de carbono.

La aplicación de lodos es la penúltima fase de tratamiento del agua con materia fecal.

Antes, el líquido pasa por un proceso llamado ‘etapa biológica', en la que se le inyecta oxígeno. Previo a ello se le ha removido los sólidos grandes, la arena y las grasas con los que llega a la planta, procedente del sistema interceptor de descargas (siete de ellas funcionan en la ciudad) y de las estaciones de bombeo (que suman diez).

Una vez separado el lodo del agua servida (proceso de clarificación) esta es descargada a la desembocadura del río Juan Díaz.

En la planta de tratamiento se procesan hasta 2.7 metros cúbicos de agua por segundo, aunque se espera llevarla hasta 5.5.

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