- 29/12/2024 00:00
- 28/12/2024 17:36
El escritor, político y educador, Luis Navas, quien forma parte de la Junta Directiva de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), recibió a La Estrella de Panamá, para hacer un balance de los 25 años de la ruta marítima en manos panameñas y los desafíos que tiene por delante la vía interoceánica.
En estos 25 años no cabe duda de que los trabajadores panameños han administrado la vía interoceánica, de manera juiciosa y responsable. Lo han hecho bien, tanto en la capacitación del personal idóneo para administrar la ruta marítima, como en el desarrollo de las actividades propias del Canal de Panamá y su mantenimiento.
Hay muchos, pero creo que se puede destacar la necesidad de preparar al equipo que iba a administrar la ruta. Cuando llegó el momento de que nuestro país llevara adelante el manejo de la vía interoceánica, ya estábamos preparados, con un equipo de pilotos, ingenieros y personal cualificado, para hacerle frente al desafío.
Es una gran responsabilidad. Nuestro Canal es la única vía acuática en la que los capitanes de los buques ceden el mando de sus embarcaciones a otro piloto y eso es algo destacable.
Debemos decir con mucho orgullo, que lo hemos logrado y que tenemos una política permanente de relevo dentro de ese campo, que permite que día con día Panamá cuente con personal cualificado.
Por su puesto que sí y es probable que se sigan cometiendo, pero el balance general es muy positivo.
El Canal de Panamá está regido mediante la ley que fundamente la ACP y es esa autoridad quien todos los años le entrega miles de millones de dólares al Estado panameño, en calidad de excedentes. Este año esa cifra superó los $2,400 millones.
En donde sí hay una falla es en la forma en que los gobiernos de turno han dado a conocer a la población, a qué va destinado ese dinero.
Lamentablemente, el Gobierno Nacional no detalla a qué parte del presupuesto estatal van los aportes del Canal de Panamá y todos los panameños tenemos el derecho de saber eso. Puede que por esa razón haya quienes no sienten al Canal como suyo y eso es un error.
A mi juicio, y quiero destacar que esto es a título personal, creo que la ACP puede apoyar más en el desarrollo de las comunidades que están dentro de la cuenca hidrográfica, sobre todo en materia agrícola. Es algo que se hace, pero debe continuarse.
Es una pregunta profunda. Antes de que tomásemos control de la ruta marítima, el desarrollo político y económico del país padecía de una segregación muy profunda, que nos impedía desarrollar todo nuestro potencial.
Los estadounidenses monopolizaron muchas de las actividades económicas que se hacían en el país, generando pobreza y desigualdad.
Hoy en día vemos el enorme desarrollo bancario, financiero y marítimo que tiene el país, pero no tendríamos nada de eso si no hubiésemos recuperado nuestro Canal.
Eso es un tema delicado. Creo que nunca debimos haber privatizado nuestros puertos y el ferrocarril, porque no están tributando lo que deberían darle al Tesoro Nacional y eso afecta el desarrollo del país y de su población.
Muchos problemas de carácter social se hubiesen podido resolver si contásemos con esos elementos. El ferrocarril y los puertos no pueden estar a merced de los intereses extranjeros, se deben incorporar a un proyecto de país. Nosotros luchamos por ellos, de manera tenaz y eso no se está respetando. No podemos permitir que las riquezas del país se vayan del territorio, es una deuda pendiente.
Mínimo el 60% de sus ganancias, por lo que han dejado de pagar todo este tiempo, aunque yo soy de la idea de que deberíamos evaluar volver a retomarlos y que los administre el Estado.
Claro que sí, pero es una batalla que creo debemos dar, porque esas empresas llevan burlándose del cumplimiento de los contratos originales, durante años y muchos gobiernos se lo han permitido.
Esto es un tema que debe debatirse, porque el pueblo panameño no conoce todo lo que nos han dejado de pagar.
La conmemoración de los 25 años del Canal en manos de Panamá se da en un contexto en el que el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con retomar la vía interoceánica.
Mucha, como país, no podemos cometer el error inexcusable de no tomarle la atención necesaria a sus planteamientos.
Panamá debe constituir un equipo de profesionales interdisciplinario que analice las consecuencias de la postura de Trump. La nación tiene que estar preparada para todos los posibles escenarios, tanto económicos, como políticos.
Panamá debe planificar cuidadosamente su política exterior, así fue como recuperó el Canal, en primer lugar. Todo el país debe contribuir a desarrollar esa política.
Necesitamos salir al mundo y fortalecer nuestro vínculos y alianzas internacionales, tal y como se hizo en el pasado. Una campaña informativa internacional, el planeta debe conocer las ambiciones del señor Trump y sus consecuencias en una vía acuática históricamente internacional.
Las palabras de Trump sirvieron para que los panameños tomemos conciencia de lo que somos, de lo que debemos ser y de lo que debemos defender.
La postura del gobierno panameño, a través del presidente José Raúl Mulino, fue extraordinaria y oportuna, así como las manifestaciones de otros actores y sectores de la sociedad. Hay que constituir una sólida unidad nacional.
China es usuario del Canal de Panamá y el Tratado de Neutralidad del Canal es un documento abierto e inclusivo para todas las naciones sin discriminación. Panamá no puede formar parte de la inquina personal que mantiene Trump contra China.
Como país, tenemos que ser inteligentes. No nos podemos dejar absorber por la política exclusivista del presidente Donald Trump.
En definitiva, hay muchos aspectos de nuestra historia que la población tiene que descubrir, y es por eso que, al día de hoy, muchos jóvenes no se sienten identificados con la lucha por la recuperación del Canal de Panamá y eso es peligroso, porque son el futuro de nuestro país.
Es vital que vuelva, porque allí están nuestras experiencias, nuestra lucha soberana. Hay mucho por conocer y muchas deudas históricas por saldar.
Eso es un proyecto que ya tiene barba, porque se lleva hablando desde hace mucho tiempo, pero es un proyecto que está minado y hay que tener cuidado con eso.
Hay quienes quieren utilizar ese proyecto, que es vital y necesario, para satisfacer intereses personales.
Cuando se plantean proyectos de esta magnitud, siempre surgen las voces que buscan lucrar con él, pero eso no puede pasar.
El proyecto del río indio es crucial para garantizar el acceso al agua de cientos de miles de pobladores, así como el funcionamiento del Canal de Panamá, que es nuestro principal activo económico.
Lo que no se puede dejar de lado es a las comunidades que habitan la zona en donde se llevará a cabo. Ellas deben estar en el corazón de esta obra y es algo que se debe garantizar.
Aquí lo importante es construir un acuerdo que tenga todas las garantías y fechas concretas de cumplimiento, si se promete algo, se debe hacer, en el tiempo acordado.
Tenemos que darle mucha importancia a esto. El comercio marítimo e internacional tiene un nuevo circuito dentro del Pacífico. El Canal de Panamá es importante y seguirá siéndolo, si se garantiza su desarrollo.