Panamá olímpica

Llega de nuevo la unión y la emoción a través del deporte. Aún nos quedan vestigios de ese corazón rojo futbolista que latió - como nunca - en la Copa América; ahora ocho atletas llevan nuestra bandera a París, con muchísimo ímpetu y optimismo. Atheyna Bylon (boxeo), Emily Santos (acuáticos), Gianna Woodruff y Arturo Deliser (atletismo), Hillary Heron (gimnasia), Kristine Jiménez (judo), Franklin Archibold (ciclismo), y Tyler Christianson (acuáticos) han prometido desplegar su talento físico y artístico en cada una de sus facetas. No hay duda que estos muchachos patrios son nuestros referentes, que además de que nos muestran que han logrado su sueño, son el vivo ejemplo de esfuerzo, transformación personal y sacrificio de toda una vida. Los istmeños hemos tenido representación en todos los Juegos Olímpicos desde Ámsterdam 1928, con la única excepción de Moscú 1980, y hemos conquistado tres medallas: Lloyd LaBeach (medalla de bronce en 100 y 200 metros en Londres 1948) e Irving Saladino (medalla de oro en salto de longitud en Beijing 2008). Tenemos que seguir brillando con más fuerza: la formación y captación de deportistas nacionales debe ser prioridad país, desde todos los frentes. El deporte salva y transforma y eso hay que entenderlo. Dejemos a un lado el marketing recurrente de estos festivales deportivos y ensalcemos el poder de nuestros atletas. Para ellos, todo nuestro reconocimiento y orgullo. ¡Gracias infinitas!