• 15/07/2014 02:00

Lo feo del deporte... bajas pasiones...

Terminó el Mundial de Brasil 2014, un mundial bueno para algunos, regular y hasta malo para otros, sobre todo para los malos perdedores

Terminó el Mundial de Fútbol Brasil 2014, un mundial bueno para algunos, regular y hasta malo para otros, sobre todo para los malos perdedores. Fueron muchas las sorpresas. Se apagaron estrellas y nacieron otras o el desempeño personal las dejó ver, porque este era su momento. Cayeron torres sagradas, se levantaron nuevas, sostenidas por el espíritu de lucha y el trabajo conjunto. En la final, hasta Dios quedó metido en el campo, a través de dos de sus representantes máximos en la Tierra... Y aquí, en la final, más que durante todo el mes, se dejó ver lo feo del deporte, que debe unir pueblos, no sacar la basura interior. Actitudes lamentables de jugadores perdedores y de sus fanáticos que se convirtieron en vándalos, expresiones racistas, mezclar política actual y antigua con el deporte, comentarios y acciones de lo más objetables. Es lamentable, y nos llama a la reflexión, cuando no podemos disfrutar de un deporte, sin iniciar una guerra de ofensas y descalificaciones... e incluso desahogarnos sin actos vandálicos. La FIFA y sus entrañas, otro tema a mirar...

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