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¿La conducta de los “Vamos” va por buen camino?, ¿es oportuna? Tanto así que ya comenzaron las opiniones en contra con el objetivo de debilitar este proyecto político.
Sin duda alguna, es la coalición que se encamina a liderar la verdadera oposición en el país, renovando con ello la participación de los jóvenes en la vida política. Nadie le tira piedras a un árbol que no da frutos.
Tal vez, su estrategia para los próximos mil días está en cálculo operativo, tomando en cuenta que, ya deben contar con inteligencia por dónde va la clase de adversario que tienen. Sus adversarios son partidos políticos tradicionales sin software actualizado que mantienen mañas destructoras del pensamiento popular, al que manipulan, cada quinquenio, para retener el poder, como lo han hecho desde antes de 1968, con alternabilidad del poder entre familias.
“Vamos” no es una improvisación. Es un exitoso experimento vivo en las primeras etapas de su desarrollo. Eso es verificable con su ejercicio en las calles bajo un perfil de “sal de las redes”. Para su liderazgo es un semillero, y esto es lo que preocupa a esa clase que, aludidos por la corrupción se han puesto en alerta, al punto que sirenas que escuchan los empuja a esconderse en los túneles de refugios del poder actual, pensando que hasta allá no llega el brazo largo del cambio y la justicia que la juventud aspira para el país.
Sacudir esta estructura política tradicional, no es tarea fácil, es un choque difícil porque implica reconocer un virus que no ha muerto y resiste como un parvovirus, diferente al covid-19.
Las pasadas elecciones del 5 de mayo de 2024, no fue una experiencia agradable para los partidos tradicionales. La derrota de todos juntos, incluyendo al más reciente y mayor votado en las urnas, ha jugado un papel de colaborador integrando una alianza de conveniencia gubernamental, donde hay perros salvajes, tigres, leones, alacranes, serpientes venenosas bajo un solo domador.
En la calle sugieren tomar por consejo aprender a convivir con ese grupo político aliado por conveniencia y fracasado, y hacer valer que la juventud está activa y la cuerda les da una ventaja y la perspectiva de la verdadera oposición para el cambio, y sus adversarios derrotados, que no pueden constituirse en opositores por su entrega sin pudor.
Vamos está llamado a jugar un papel importante opositor y mientras juegan el papel opositor, los que agonizan, tal vez recurran al papel que les queda, aniquilar con falacias políticas el proyecto llamado “Vamos” con recursos sospechosos. No fallen en este momento crucial.