Turismo como estrategia de paz

Más allá de la generación de divisas y movimiento económico que fomenta el turismo en las comunidades de un país, también tiene la capacidad de promover la paz entre los pueblos y países que emiten o reciben turistas, ya que esta es una estrategia de convivencia entre el ser humano, que ha logrado transmitir culturas y experiencias significativas en las vidas de los visitantes.

Un viaje puede prevenir conflictos a gran escala por el famoso “efecto mariposa”. Un ejemplo de ello ocurrió en tiempos de la Guerra Fría, cuando el líder soviético Nikita Jrushchov fue invitado a Estados Unidos como presidente y turista, siendo esta una experiencia valiosa que incidió en crear lazos de confraternidad con el pueblo norteamericano y con ello, quizás, evitó posibles decisiones adversas que hubiesen desencadenado una Tercera Guerra Mundial. Es por eso que, en tiempos de incertidumbre y tensiones globales, se hace necesario recalcar la importancia que el turismo posee como una herramienta de paz para los pueblos del planeta, que no sólo genera economía, sino que puede trascender a un futuro sostenible para la humanidad.

Panamá, bajo su importancia geoestratégica, puede contribuir como un punto de neutralidad y paz teniendo una visión de lo que debemos hacer como Estado: no parcializarse ante cualquier conflicto geopolítico en nuestra región, no dejarnos influenciar por ideas externas e injerencias, siempre hacer un llamado a la paz entre los países en conflicto y aplicar la neutralidad de nuestro Canal y del país.

La paz es un concepto que se puede definir según sus dimensiones como paz interior, paz social y paz internacional, donde todos buscan un estado de tranquilidad y armonía tanto a nivel individual como colectivo, siendo el turismo la mejor herramienta para contribuir en todas sus dimensiones, por ejemplo, la paz que transmite la naturaleza, los sonidos y despejarse en algún lugar natural o paisaje cercano contribuye mucho a la salud mental.

En el ámbito social, el turismo puede contribuir a acabar con las desigualdades, dando la oportunidad a las personas de generar ingresos con emprendimientos, ayudando así a la movilidad social, reduciendo las tensiones sociales, la delincuencia y otros problemas que pueden afectar la industria turística de una región.

El turismo sostenible es la vía adecuada para que exista un futuro donde la paz prevalezca, con atención de calidad, manteniendo la diversidad cultural, generación de empleos dignos, respetando los recursos naturales en buen estado y una cohesión social saludable. Sin embargo, existen desafíos que se deben abordar a tiempo con acciones específicas en materia de sostenibilidad en nuestro país.

El futuro del país está en nuestras manos y el turismo sostenible es el modelo de economía que puede contribuir a la paz en todas sus dimensiones, con enfoques ambientales, económicos y socioculturales. Para ser un faro de paz y sostenibilidad, Panamá debe abrir sus brazos a la humanidad como puente del mundo y corazón del universo. ¡En el Día Mundial del Turismo de este año, debemos reflexionar al respecto!