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- 13/02/2024 12:10
Resumen de foro Agenda País 2024-2029: Empleo y Emprendimiento (II)
Roberto Artavia, consultor internacional, presidente de Incae Business School, MBA de Harvard e ingeniero naval mecánico, expuso que Panamá es un país de ingresos altos. El PIB per cápita de Panamá es 19,350 balboas. Ese PIB, dice el Ing. Artavia, solo se logra con sectores motores de alta productividad.
Agrega Artavia que, aunque la deuda de Panamá parezca alta, es manejable. Asegura que la deuda pública de Panamá con respecto al PIB es baja comparada con otros países. Por ejemplo, es 17% más baja que la deuda de Costa Rica, 27% que la de El Salvador y 30% que la de Argentina.
Explica que la productividad está mal distribuida en Panamá. Que los sectores motores de la economía son: la intermediación financiera, el comercio, la construcción y el transporte. Estos son sectores de alta productividad, pero hay sectores de muy baja productividad.
Artavia se manifestó alarmado porque en el año 2019 la fuerza laboral panameña era de 1,966,000 y ahora tiene 300 mil personas menos. Explica que sin incluir las cifras de empleos del gobierno, solo hay 575 mil empleos formales en el país y 765 mil son informales.
Señala que la empresa privada es mucho más informal que formal en cuanto a la generación de empleo y esto tiene relación con los sectores de baja productividad. Para Artavia, la productividad agregada de Panamá no es baja porque no es fácil llegar a un PIB per cápita de 19,350 balboas. Indica que la productividad laboral de Panamá es más baja que Estados Unidos y las naciones europeas, pero es bastante superior a muchos países de América Latina.
No hay diferencia de talento entre Panamá con respecto a Chile, Costa Rica, Uruguay, no es cierto si los sectores de más alta productividad del continente operan acá y en sectores de servicio precisamente. Pero seguramente tenemos problemas serios en la formación equitativa del capital humano porque quienes están formados están alcanzando altas productividades.
El Ing. Artavia mostró la pirámide de edades de Panamá y dijo que ya no tenemos bonos demográficos (la población en edad de trabajar es menor o igual a la de los niños y adultos mayores). Esto significa que Panamá tiene que pasar a la recalificación laboral y a una reforma educativa profunda. Pero la reforma educativa no va a bastar para cerrar las brechas de productividad con respecto a otros sectores porque hay que capacitar cuanto antes a gente entre 24 y 45 años a un nivel diferente de productividad o todo se nos va a quedar en puro potencial.
El Ing. Artavia presentó un gráfico con los diferentes sectores que muestra que Panamá es un país multicultural, centro de servicio de primer nivel, hub logístico mundial que tiene todos los sistemas de conectividad posible, con una riqueza ambiental. Con esto, Artavia demostró que Panamá no puede ser un país débil con todo ese potencial productivo. Todos los sectores del gráfico tienen un potencial de convertirse en motores de transformación productiva. Por ejemplo, el turismo médico, o ser un hub de pensionados ricos, etc. Además, Artavia dijo que Panamá ha trabajado para ampliar sus fronteras comerciales a través de los Tratados de Libre Comercio que están vigentes. Panamá sí tiene los mecanismos de salida para expandir las exportaciones con valor agregado y atraer inversiones para servir estos mercados.
Para el Ing. Artavia Panamá tiene que mercadearse internacionalmente. Para muestra puso como ejemplo, que mientras Panamá atrae inversiones por 700 millones, esta resulta ser menor con respecto a Costa Rica, que atrae 1,400 millones y República Dominicana, 2,000 millones. Esto tiene que ver con la capacidad para mercadearse.
Recalcó que la inversión extranjera directa nos da capital, nos permite expandir y diversificar exportaciones, diversificar los mercados, obtener empleos modernos en tecnología y conocimientos que van a requerir que se hagan adaptaciones, traen nuevos métodos de producción que agregan valor y productividad a los sistemas. A través de los encadenamientos productivos se crean los tipos de emprendimientos que son los se requieren en Panamá y que hace que sean sostenibles. Es necesario estimular los emprendimientos, pero con emprendimientos que tengan alianzas y encadenamiento con los grandes sistemas productivos del país y el mundo para que sean sostenibles, sean exigidos a competir y aumenten su productividad.
Además, dijo Artavia que hay que considerar un efecto multiplicador gigante en todo esto de atraer capital porque cada inversión genera construcción, infraestructura, nueva tecnología, nuevos mercados, nuevos sistemas de producción. Esto es importante considerarlo porque cuando empiezan a señalar todos los defectos, se puede sentir como que todo está mal y eso no es cierto.
La apuesta es que si Panamá hace el trabajo que corresponde, se va a convertir en un país donde el progreso social y bienestar y sostenibilidad va a hacer juego con el nivel de ingreso.
Panel con Felipe Chapman, José Ramón Icaza, Queila Delgado y Gabriel Boyke.
¿Qué es lo que Panamá tiene que cambiar para alcanzar su potencial? Si queremos concentrarnos en el tema del empleo y en el desarrollo del capital humano, es fundamental que haya cooperación entre trabajadores, empresas y gobiernos con una estrategia de país y metas claras. Siempre todo lo atribuimos al gobierno y los políticos.
En Escandinavia, todas las partes se han puesto de acuerdo con reglas que protejan al trabajador, creando trabajos formales y la educación formal que necesita la demanda de productos y servicios. Panamá no puede crecer mirando hacia adentro, tenemos que estar interconectado con el mundo para entender lo que el mundo quiere. Debemos tener las herramientas que nos permitan aprovechar esas oportunidades que lo estamos viendo que al no tener una estrategia se ve en ese desempleo juvenil y el crecimiento de la informalidad. Si no se tienen las herramientas y planes, estamos condenando a los jóvenes a la pobreza.
Por razones de supervivencia, Panamá tiene que ir a una transformación educativa y también a establecer programas de educación a corto plazo para una preparación técnica de los jóvenes. Hay un problema de capital humano según el PNUD. Hay que generar una visión sistémica porque las soluciones que se han propuesto tradicionalmente, en términos de políticas públicas, de programas específicos para poblaciones específicas, han sido tal que las soluciones hacia estos grupos terminan desconectadas del resto del sistema o de los requerimientos del mercado. Ese proceso que comienza con la promoción de inversiones, debe tener sentido en términos de la educación, la oferta de formación profesional, la formación ocupacional técnica, la formación de ciclo corto como la del Ipse.
Generar una visión sistémica nos permite generar esfuerzos focalizados, pero también generar eficiencia en el proceso de la aportación que realizan todos los sectores sociales, gubernamentales, el sector privado, la academia en qué forma trabajar hacia un mismo objetivo. Parte de lo que estamos observando en el análisis sobre la desigualdad en Panamá, sobre las necesidades de empleo y formación, están vinculadas a un tema de capital humano. Hay un problema en la forma cómo estamos generando capital humano. Tenemos que encontrar la conexión entre la oferta de formación y el mercado de trabajo. La demanda, lo que está afuera en el mercado, tiene que conectarse con la oferta de formación. Tenemos una formación técnica que hay que conectarla aún más con la demanda, pero no va a ser posible si no tenemos conciencia de todo el escenario que nos permita puntualizar en términos de inversión, en términos de programas de apoyos específicos, a poblaciones específicas.
En el caso de los jóvenes tiene que ver con la generación de la capacidad de resolver problemas complejos, de comprender los problemas y cómo resolverlos. En el caso de las mujeres estamos hablando de soluciones que deben ser habilitantes para insertarlas en el mercado de trabajo. Siete de cada 10 personas que termina el ciclo universitario son mujeres, pero no están conectadas con el mercado de trabajo. Es necesario mercadear el país, buscar la simplificación burocrática para agilizar el emprendimiento y que no se caiga la empresa en el proceso.
También, se requiere una capacitación de las empresas, no solo del capital humano, para que sepan qué se requiere para volverse un proveedor de las multinacionales. Para esto, la ayuda de la agencia de promoción de inversiones es vital para adecuar programas sobre cómo lograr entender el mercado y sus requisitos.
Se han identificado cinco áreas prioritarias para el desarrollo: la educación, la pertinencia laboral, la gobernanza, las capacidades competitivas del país, la gestión ambiental y la descarbonización de la economía; y desigualdad social y servicios básicos.
Se han identificado cinco grandes retos y cómo Panamá debe atender estos retos: el tema de asegurar la sostenibilidad y el crecimiento económico del principal activo como es el canal de Panamá, para así desarrollar y fortalecer las cadenas de valor alrededor del canal; la política agroalimentaria del estado; el sector turismo, el sector logístico y la integración del país y como poder conectar el sector productivo e industrial con los puertos internacionales.
Hay tres puertos en el lado Atlántico y dos en el Pacífico. 144 rutas que conectan 1,700 puertos. Hay que cambiar estructuralmente el país y cerrar brechas.
El nivel de ingreso mejor remunerado está en pocos sectores de la economía que son los sectores más modernos, que miran hacia afuera, que están más conectados con la economía, del siglo 21, estos sectores lo tenemos en algunas áreas económicas especiales, en las que se requiere flexibilidad tanto en el mercado laboral como en los trámites burocráticos, y que ha probado que funcionan porque crean empleos de mejores salarios, movilidad socioeconómica que viene de la mano de una educación que permita aprender y a continuar aprendiendo en procesos renovadores de capacitación técnica.
Innovación y emprendimiento. Panamá tiene que pensar en un desarrollo integral, que avance en los índices, progreso sociales, educación e inclusión social. En cuanto a la matrícula de primera infancia o prescolar, uno de cada tres panameños no tiene esta formación. Uno de cada tres no termina la educación secundaria. Uno de casa diez panameños termina la educación superior.
Hay un progreso económico en el eje transístmico, pero no hacia las provincias. Hay que mejorar el acceso al agua, electrificación. La tecnología como una fuente de oportunidad y no como una amenaza. La inteligencia artificial es una oportunidad. Toma menos esfuerzo educar una población de 4 millones de habitantes. Panamá debe salir a mercadearse. El sistema educativo tiene que reformarse.
Aunque la minería es polémica, los recursos mineros hacen de Panamá un diamante en bruto. El Ing. Artavia responde que hay que mejorar la institucionalidad y el mercadeo para la atracción de inversiones. Panamá es fundamentalmente un país de servicio como centro logístico y financiero internacional y por su registro marítimo.
Hay que innovar en el agro para lograr la máxima productividad para el desarrollo económico del campo. Panamá ha realizado múltiples estudios en turismo agroalimentario todos estos sectores dinamizadores de la economía que generan plazas de empleo. Panamá tiene que ir innovando y modernizando, especialmente su fuerza laboral. Hay que apalancar su plataforma logística convirtiéndose en sede de multinacionales para así atraer talentos, nuevos conocimientos y para ampliar nuestro modelo económico, mejorar los salarios y el bienestar social.