• 27/04/2014 02:00

Real democracia, respuesta a los problemas sociales

Tradicionalmente, los grupos de poder económico han organizado partidos políticos para controlar el gobierno...

Tradicionalmente, los grupos de poder económico han organizado partidos políticos para controlar el gobierno y desde él acrecentar su riqueza. Como resultado de esta conducta, el tráfico de influencias, corrupción y la impunidad, impregnan todo el engranaje político y comprometen al conjunto de las instituciones de la República, al igual profundiza la desigualdad de los niveles de vida de la mayoría de la población que se encuentra imposibilitada de alcanzar una situación económica y social que le permita niveles de vida dignos y acordes con los Derechos Humanos.

Desde hace décadas los gobiernos en Panamá han privilegiado el crecimiento económico en contra de la satisfacción de las necesidades esenciales de la población, agudizando la exclusión y la desigualdad social. El crecimiento económico se ha concentrado en unas cuantas familias, en pocas regiones y en pocos sectores económicos. Ha habido crecimiento económico, pero no desarrollo económico.

Existe una profunda contradicción entre crecimiento y desarrollo económico e intencionalmente por parte de la partidocracia de identificar ambos conceptos, el primero es elitista y concentra la riqueza en los sectores y fracciones del poder económico (105 personas tienen riquezas de 15 mil millones el 45 % de PIB); es decir, mucho para pocos, muy poco o nada para los muchos. La concentración de la riqueza en nuestro país es vergonzosa, frente a las carencias sociales de la mayoría de la población.

El neoliberalismo profundiza esta situación, dando como resultado la injusticia social, la desigualdad, la exclusión, la pobreza, la corrupción, la descomposición moral y ética, el clientelismo político, el tráfico de influencias y el debilitamiento del Estado Nacional, cuya capacidad de autodeterminación se encuentra cada vez más debilitada.

Para enfrentar esta desigualdad e inequidad, es necesario desmontar todo lo que ello significa. Se hace necesario un Estado participativo en la actividad económica, en el cual prevalece el interés público sobre el privado y lo social sobre lo particular, optando por la planificación como instrumento de la política económica.

El Frente Amplio por la Democracia (FAD) se propone cambiar en lo profundo, esta situación y construir una sociedad verdaderamente democrática, equitativa, participativa y con justicia social, en la cual impere la solidaridad humana y el respeto irrestricto a todos los derechos humanos, y se construya el Estado Nacional, con independencia y verdadera soberanía. Una sociedad en la cual la vida humana esté por encima de cualquier otro criterio para organizarla. Hasta ahora, el modelo imperante desde antes de la república, ha puesto en primer orden el enriquecimiento de unos pocos a costa de la vida humana de la mayoría. Es urgente un proceso constante de trasformaciones estructurales en el ámbito económico, político, social y ecológico-ambiental.

Debemos construir una sociedad basada en el ejercicio pleno e irrestricto de los derechos humanos. Sociedad en la que no exista discriminación por motivo de raza, creencia religiosa, sexo o condición social, que reconozca la equidad de género, el respeto a los afrodescendientes, el respeto a los pueblos originarios, sus tradiciones, idiomas, costumbres, territorios y formas de organización política.

Nos proponemos luchar por construir una real democracia, que dé respuesta a la pobreza, la exclusión y la ofensiva distribución de la riqueza, que garantice plenas libertades políticas, sindicales o gremiales; donde el pueblo sea partícipe de manera permanente en la toma de decisiones, estableciendo reales mecanismos de defensa y áudito de la gestión gubernamental.

El FAD, se propone, de esta forma, construir una Patria para Todos, basada en relaciones sociales justas y equitativas, que genere una base de producción material capaz de satisfacer las necesidades de vida de la colectividad, sustentada en un Plan Nacional de Desarrollo.

Estos y otros planteamientos están recogidos en nuestra propuesta de gobierno Nace la Esperanza 2014-2019.

SINDICALISTA

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