• 20/06/2024 23:00

Quieren imponer indiferencia frente a una lucha justa

La unidad del pueblo es una urgencia, “la solidaridad es la ternura de los pueblos”

Históricamente, en cada coyuntura, los mismos de siempre y sus medios de comunicación intentan dividir al pueblo.

Te dicen, “a mí qué me importa el Suntracs, su problema es de ellos y no nos deben mortificar al resto”, refiriéndose hoy a la lucha contra el arbitrario cierre de sus cuentas bancarias.

Igual lo dicen cuando se tratan de jubilados, comunidades, estudiantes, originarios, campesinos, productores, educadores, médicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud, pacientes sin medicinas ni tratamientos, menores abusados, mujeres víctimas de violencia, trabajadores cuyos derechos son vulnerados, pobres y desempleados, panameños discriminados por su color de piel, origen social, preferencia sexual o forma de pensar, que se ven obligados a salir a las calles al no obtener respuestas a sus necesidades más apremiantes.

Promueven la indiferencia del pueblo frente al crimen, la impunidad y las injusticias y buscan evitar que se manifieste la solidaridad entre panameños. Se trata de la lógica: “a mí qué me importa”, misma que mató a Pedro Prestán y a Victoriano Lorenzo.

Esa es la misma lógica que se impuso para desaparecer a Héctor Gallego, torturar y asesinar a Floyd Britton y otras víctimas de la dictadura, como también ocurrió con los caídos de la invasión del 20 de diciembre de 1989.

Imagínense que Panamá hubiese sido indiferente a la decapitación de Hugo Spadafora porque para algunos era un problema solo de la familia Spadafora o que la humanidad hubiese sido insensible al apartheid y la prisión de Nelson Mandela, porque era solo cosa de ese negro.

O que, bajo esa lógica (lo intentaron), el pueblo se hubiese paralizado en la lucha contra el enclave minero, porque “a mí que me importa si esa mina está lejos de mi casa, ese es un problema de la gente que vive allá y de ese tapir que por allí anda”.

Si esa lógica se impusiera, hoy tuviésemos la mina operando y saqueando nuestros recursos naturales, devastando todavía más el Corredor Biológico Mesoamericano, con base en un contrato minero que violaba 25 artículos de la Constitución Política de Panamá.

La lucha del Suntracs no es solo de sus miembros ni de su Cooperativa. La medida adoptada por la mafia financiera se dio como represalia por la determinante y victoriosa participación del Suntracs en la gesta patriótica contra la mina y, por ende, es un hecho que nos incumbe a todos.

Se ataca al Suntracs y se judicializa a los luchadores sociales, no a los autores de esa aberración jurídica ni a los traidores a la patria.

La medida es un atentado a las libertades democráticas, a los derechos humanos, a la libertad sindical, al cooperativismo y al derecho de recibir un servicio público que los bancos deben brindar a todos los panameños y que el Estado, por Constitución y leyes, debe garantizar.

Quieren convertir a los obreros de la construcción en parias en su propia tierra, condenados injustamente a la indiferencia, el escarnio público, al desprecio, a la exclusión y a la humillación mediante campañas mediáticas permanentes de satanización.

Por eso esta es una lucha que nos incumbe a todos. Por eso no podemos ser indiferentes.

Hoy es el Suntracs, pero mañana puedes ser tú, si aceptamos pasivamente que el capital financiero imponga una dictadura y opere por encima de todos los poderes del Estado.

Siempre, como ahora ocurre con los tirios y troyanos de las elecciones del 5 de mayo pasado, habrá los que agachen el lomo ante el nuevo verdugo electo, el poder económico y la gran empresa. Pero siempre hay panameños dignos con la fe de que las causas nobles, la justicia y la solidaridad al final se impondrán frente a la indiferencia, la maledicencia y la desesperanza.

El Suntracs realizó este jueves 20 de junio una huelga y seguirá realizando todas las acciones necesarias a fin de que se respeten derechos.

La unidad del pueblo es una urgencia, “la solidaridad es la ternura de los pueblos”.

Conusi-Frenadeso
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