• 08/08/2023 00:00

¿Políticas públicas?... una opinión

“[...] la única vía racional, pacífica y genuinamente democrática, es la Constituyente originaria, para concertar y ejecutar un Proyecto Nacional de Desarrollo”

Las políticas públicas son los proyectos y/o actividades que un Estado diseña y gestiona a través de un Gobierno, con el fin de satisfacer las necesidades de la sociedad que representa. En Panamá, la Dirección de Políticas Públicas es una oficina del Ministerio de Economía y Finanzas, cuyo objetivo es dar cumplimiento a las estrategias de desarrollo adoptadas por el Gobierno... que, entre otras funciones, tiene la de “Coordinar y darle seguimiento a los Acuerdos y Misiones del Fondo Monetario Internacional... mediante la ejecución de programas financiados tanto con recursos provenientes de fuentes de financiamiento externas como locales. Otro de sus objetivos consiste en Coordinar con otras instancias del Ministerio de Economía y Finanzas y de la Administración Pública, las acciones necesarias para que dentro de los proyectos de inversión pública se seleccione aquellos que califiquen para su diseño, ejecución, desarrollo y administración bajo esquemas de participación público- privada; que es una de las prioridades de la agenda 2030, conforme a la cual, el Estado asume los riesgos y los costos, mientras el sector privado recibe los beneficios; fuente irrefutable de corrupción.

El 27 de julio, el Consejo de Gabinete autorizó al ministro de Economía y Finanzas, para proponer ante la AN el proyecto de ley 14-23, correspondiente al Presupuesto General del Estado para la vigencia fiscal 2024, por 32 754 millones de dólares; el más alto de la historia. El Artículo 271 de la Constitución Nacional establece que: La Asamblea Nacional podrá eliminar o reducir las partidas de los egresos previstos en el proyecto de Presupuesto, salvo las destinadas al servicio de la deuda pública, al cumplimiento de las demás obligaciones contractuales del Estado y al financiamiento de las inversiones públicas previamente autorizadas por la Ley; es la única política de Estado. La restricción proviene del capital financiero internacional, que controla Gobiernos, a través de instituciones intermediarias (FMI, BM, OMC); conforme al modelo económico neoliberal. Para el resto de las competencias administrativas, Salud Pública, Educación, Obras Públicas, etc. no puede haber políticas definidas, en virtud de la restricción que las subordina; prevaleciendo, por tanto, la mediocridad, la improvisación y el clientelismo.

Y si, además, concurren agravantes, como la falta de liderazgo, de consciencia, de competencia, etc., la consecuencia natural es el crecimiento exponencial del endeudamiento, de la corrupción y la impunidad, lo que explica la absoluta inoperancia de los servicios públicos y que, en su conjunto, permiten comprender el escandaloso endeudamiento, destinado a la prioridad, a la planilla y a la cobertura de toda clase de trapacerías, como la descentralización paralela y su onerosa defensa. El Artículo 158 de la C. N. ¡prohíbe a los diputados contratar, directa o indirectamente, con el Estado!; no obstante, se dan casos y cosas... que la administración, aparentemente, ignora. Solo para el desastroso manejo de la fraudulenta pandemia, al Ministerio de la Presidencia, en dos años, le asignaron 465 275 640. 80 millones de dólares. La construcción de hospitales provisionales, la compra del brebaje tóxico y lesivo para la salud, que llamaron “vacuna, segura y efectiva”, de ventiladores pulmonares, a precios inflados y demás insumos, que, según el decreto de acceso restringido, podrían conocerse, ¡en el 2030!

Sin embargo, ningún candidato oficial ha mencionado el tema, mucho menos, la agenda 2030; y no se diga, la Constituyente, evidencia de que el propósito del poder económico es el reciclaje de los instrumentos que le garantizan la estabilidad del modelo depredador o ley del embudo invertido, lo ancho para ellos y lo angosto para la mayoría. Los acreedores sí tienen claro que, a mayor deuda, mayor dependencia y más facilidad para disponer de nuestros recursos. Chu En Lai dijo: “incurrir en el pecado del silencio cuando se debiera protestar, hace cómplices y cobardes a los hombres”. No debemos perpetuar el modelo fraudulento de democracia, excluyente y generadora de desigualdades; la única vía racional, pacífica y genuinamente democrática, es la Constituyente originaria, para concertar y ejecutar un Proyecto Nacional de Desarrollo.

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