• 10/10/2020 00:00

Los peligros del panturquismo

Como es sabido, el pueblo de Turquía proviene del Asia Central, región que se conoce geográficamente como el Turquestán. Desde mediados del Medioevo comenzaron a llegar hacia el Medio Oriente, siendo su presencia uno de los motivos que inspiraron la primera cruzada.

Como es sabido, el pueblo de Turquía proviene del Asia Central, región que se conoce geográficamente como el Turquestán. Desde mediados del Medioevo comenzaron a llegar hacia el Medio Oriente, siendo su presencia uno de los motivos que inspiraron la primera cruzada. En Anatolia fundaron unos primeros sultanatos, regidos por la dinastía selyucida y después por la dinastía otomana. La dinastía otomana fue la que obtuvo la conquista de Constantinopla, rebautizándola coma Estambul. En la meseta anatolia, los turcos se mimetizaron con los pueblos históricos del territorio, los que adoptaron la lengua turca. Ese crisol de pueblos fundó, en la meseta Anatolia, una nación turca que dio base demográfica al Imperio otomano y posteriormente a la caída de este, se constituyó en la moderna República turca, inaugurada bajo la conducción de Mustafá Kemal, su indiscutido fundador.

Esa república turca laica se planteó eliminar el velo y las restricciones a las mujeres y al mismo tiempo llevó una política de paz y buena vecindad con la recién nacida Unión Soviética. Veinte años después, pasada la Segunda Guerra Mundial, en la cual Turquía se abstuvo de participar y ya fallecido Mustafá Kemal, Turquía dio un golpe de timón en su neutralismo y se vio forzada a ingresar en la OTAN.

El rumbo tradicional de la política interna y externa de Turquía cambia recientemente cuando Recep Erdogan asume el poder en 2020 y expone su agenda proclamada en el sentido de reclamar un papel protagónico para Turquía en los asuntos internacionales. Esta postura lo ha llevado a ser apodado como “el sultán”. Su relación con la OTAN se vio comprometida, ya que los agentes yanquis dudaban de su fidelidad e intentaron llevar a cabo un golpe con magnicidio frustrado, ya que la inteligencia rusa le comunicó telefónicamente que lo iban a sacrificar mediante un bombardeo sobre el sitio en que vacacionaba. “¡Sal de ahí ya!”. Le dijeron.

Su reacción de gratitud posterior y fugaz lo llevó a hacer un espacio de colaboración con la política exterior rusa en ciertos aspectos y discrepar en cuanto a la situación de Siria y ahora la del conflicto de Nagorno Karabaj. Esto se explica porque el alma de la postura de Erdogan y sus partidarios es la doctrina del panturquismo; esta consiste en aspirar a que el Estado turco protagonice política, diplomática y militarmente una marcha hacia el este hasta sus orígenes y formar una confederación de Estados turcos bajo la hegemonía de Turquía.

Lo anterior significa que la aspiración es unir bajo la ideología del panturquismo a todos los países de las antiguas repúblicas centro asiáticas de la Unión Soviética, excluyendo a Tayikistán que es una república de etnia y habla persa; pero, además, incluyendo al Turquestán chino; es decir, a la Región de Sinkiang, cuyos habitantes son de etnia uigur y habla turca.

Esta política es animada por una logia secreta, llamada “los lobos grises”, que agrupa a los partidarios del regreso al control de las fronteras histórica del pueblo turco. Los lobos grises toman su nombre de un lobo de igual pelaje cuya efigie se estampaba en los estandartes de los pueblos túrquicos históricos en su marcha hacia el Occidente. Lo anterior explica el interés de Turquía en desestabilizar Azerbaiyán una exrepública de la URSS de habla turca que es el primer pueblo túrquico en su marcha hegemónica hacia las fuentes históricas.

El problema es que el Azerbaiyán exsoviético no es el único, ya que está rodeado por el Azerbaiyán iraní. Irán no verá con buenos ojos una política turca que cuestione su soberanía para incorporar su provincia azerbaiyana del norte. Pero quien sí vería con buenos ojos una política tal, sería, lógicamente, el “Tío Sam”, “a río revuelto, ganancia de pescadores”.

Médico
Lo Nuevo