• 19/06/2018 02:00

Panamá con neurosis social

Hoy se sabe que es un estado de ansiedad, una situación derivada del estrés que mediante conductas negativas o demasiado compulsivas

La neurosis es una condición de orden psicológico que altera la percepción de la vida de quien la enfrenta e influye en su relación con las demás personas. El término data de 1769 y fue aplicado en ese entonces, a todas las enfermedades del sistema nervioso producidas por la afectación del entorno.

Hoy se sabe que es un estado de ansiedad, una situación derivada del estrés que mediante conductas negativas o demasiado compulsivas tratan de buscar una salida a esa realidad de apremiante presión e incertidumbre, como estrategia que instintivamente utiliza la persona para eludir lo inaceptable; sean emociones, pensamientos (burla, decepción, frustración, ira del diario vivir) que le resultan amenazantes.

Desde hace un par de años, a mi consultorio llegan cada vez más jóvenes con depresiones y abulia (‘enfermiza completa falta de voluntad para hacer algo'). No les atrae ni continuar estudiando ni trabajar o emprender un negocio. Muchos se refugian en los aparatos electrónicos, como un túnel de protección de la dura frustración; ante el sufrimiento de sus padres que se sienten, incapaces de sacarlos de ese letargo. A algunos los he llevado a conversar con un indigente, como ‘terapia de shock' (la cual ha dado resultados positivos, pues se han reintegrado a sus estudios).

En circunstancias normales, a todos nos toca algún enfrentamiento con una ingrata realidad. Sin embargo, en la historia surrealista que estamos viviendo en Panamá desde unos ocho años, todas las situaciones, tienen dos, tres o más significados; en un amenazante escenario, donde no se puede confiar en nadie. Ni siquiera en un delincuente con uniforme de alguna compañía de servicios públicos, que al abrirle la puerta te asalte; o en las escandalosas noticias de corrupción, de peculado, atracos al erario de las figuras de poder que permanecen impávidas; o en encontrar tu carro en el estacionamiento público con todas las llantas e interiores robados. El asalto a una tiendita de barrio o la salvaje golpiza a una humilde vendedora de Lotería. En mi casa se han metido dos veces los ladrones y he sufrido hasta un infarto. Siempre son preadolescentes.

Siento que estamos creando una neurosis colectiva social en nuestra patria por todas estas noticias de sucesos delictivos, en importantes figuras gubernamentales o de empresas privadas, quienes deberían ser ejemplos de buena conducta, integridad y honestidad; así como el poco importa y la reiteración noticiosa de las escuelas en estado deplorable, la contaminación con aguas servidas, la mentira, el engaño, las estrategias para delinquir ‘legítimamente' o escapar del castigo; van a crear una sociedad cuya neurosis puede resultar impredeciblemente violenta; tan ingrata como la de algunos países vecinos y tan retrógrada como la de otros; que de un estado de bonanza y riquezas naturales e intelectuales de su población, han derivado en verdaderas muestras de latrocinio, violencia y destrucción.

Varias organizaciones se están pronunciando, hagamos algo con urgencia; medios de comunicación, asociaciones gremiales, escuelas, universidades. Es un movimiento en el que indistintamente de rango social, afiliación política, profesión o forma de vida... ¡es responsabilidad de todos! ¡Volvamos a la decencia, por Panamá!

PSICÓLOGO, DOCENTE Y ESCRITOR.

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