Oportunidades detrás de los problemas en Panamá

Para muchos de nosotros, desde antes de la pandemia, venimos viviendo situaciones difíciles en nuestro país, donde los temas de falta de transparencia y de corrupción han entrado como un cáncer hasta la médula social y económica panameña.

En el mundo muere de hambre una persona cada “cuatro segundos”, algo que jamás me hubiera imaginado estuviese sucediendo, pero la insensibilidad de la mayoría de nosotros aporta a que situaciones como esta sigan empeorando cada día más. Hago mención de esta lamentable situación, ya que las personas que mayor aportan a la multiplicación de la pobreza y la hambruna, son las que ponen sus rostros invisibles en las acciones de corrupción en nuestros países.

Estas no son las únicas consecuencias creadas por la falta de transparencia de personas tanto del sector público como del privado, ya que cuando escuchamos noticias fatales, como la muerte de un niño tratando de cruzar un río para ir a la escuela en el interior de nuestro país, o de una persona que pierde su vida por falta de insumos médicos en algún hospital, también aquellos casos en los cuales a escasos kilómetros del centro de la ciudad, hay comunidades enteras sin agua en sus grifos, pero con negociados millonarios de algunos funcionarios en la entrega de agua en cisternas, y si a esto le sumamos los desfalcos que hemos visto en nuestro principal sistema de administración de salud pública, solo por mencionar algunas de las consecuencias de estas acciones delictivas que le dan rostro humano a la corrupción, pero que la mayoría no queremos denunciar.

Sin embargo, a pesar de todo este panorama oscuro que cubre a nuestro Panamá, podemos decir que cada crisis tiene inmersas infinidad de oportunidades, y esta no es la excepción.

Este año, hemos visto cómo un grupo de gremios de educadores hace un llamado a la sociedad civil para protestar por temas específicos como el alto costo de la vida, combustible y medicamentos, entre otras solicitudes. Luego, se suman grupos indígenas de Chiriquí, y por último, se suma el sindicato de la construcción. Hay que reconocer el logro de estos tres grupos en poder sentar al Gobierno en una mesa de diálogo, para enfrentar los temas que debemos mejorar todos los panameños juntos; sin embargo, debemos ser conscientes de que la forma utilizada por estos, con cierres y bloqueos de las principales vías de transporte, no es la mejor, y que las soluciones en estas mesas se logran con el aporte de todos, no solo de un grupo exclusivo.

Así mismo, se logran unir mas de 150 grupos del sector privado, sociedad civil, y demás, creando “La Gran Alianza”, lo que da una esperanza de unidad como país, en donde la voz de muchos debe ser mejor escuchada. Por último, e igual de importante, es la creación de la “Coalición pro-Transparencia y Anti-Corrupción”, conformada por 10 grupos de la sociedad, enfocados en la lucha frontal a la corrupción.

Es aquí donde vemos como nosotros los panameños, con diferentes ideas, ideologías, sexo, rasgo social y económico, nos estamos poniendo de acuerdo, y ya se ven tres grandes grupos los cuales ahora debemos buscar la manera de enfocar juntos hacia una misma dirección, para ejecutar acciones por el bien de nuestro país.