• 21/01/2025 20:41

Notas sobre el cine y vida social del colonense en 1930 y 1940

... el artículo “Ilusiones, romance y fracasos: nuestras ‘Chombitas’ al filo de la gran depresión”, del historiador Mauricio Mclean, señala que el cine era una experiencia común entre esas parejitas chombas de los años de 1920 y 1930, denominadas prácticas corruptas en esos años...

La forma de socializar entre los negros era ir al cine, aunque terminaba en algunas ocasiones en un destino de romanceo clandestino entre los jóvenes. Tanto es así que el artículo “Ilusiones, romance y fracasos: nuestras ‘Chombitas’ al filo de la gran depresión”, del historiador Mauricio Mclean, señala que el cine era una experiencia común entre esas parejitas chombas de los años de 1920 y 1930, denominadas prácticas corruptas en esos años, pero que esto no le parece nada del otro mundo al citado autor.

Algunos padres dejaban que sus hijas asistieran a muchos bailes vulgares, mientras ellos se encontraban durmiendo como si fueran los niños o como si se tratara de un tipo de travesura. En los cines de la ciudad de Colón, en los años 1929 y 1930, era común hablar con vulgaridad de gente y hombres irresponsables que, al sumarle que muchas muchachas les encantaba este espíritu de rebeldía, siempre terminaba en escenarios trágicos.

Precisamente, Mauricio Mclean nos detalla un caso criminal que se da en los años 1930 en Colón. Toma como fuente el periódico Panama Tribune y que aparece en el citado ensayo del autor Mclean. Mauricio Mclean señala en su ensayo Ilusiones, romance y fracasos: nuestras “Chombitas“ al filo de la gran depresión, que el juicio seguido contra Myrtle Wilson, colonense de 17 años por homicidio contra la que fue su mejor Agatha Leslie fue una sensación en su tiempo entre los antillanos. Se realizó el juicio en la ciudad de Panamá.

El fiscal acusador, José Isaac Fábrega, fulminó abrumadoramente los argumentos del abogado defensor de Myrtle, el doctor Augusto Cervera, logrando su condena. José Fábrega, el fiscal que estaba acusando de asesinar a Myrtle Wilson, logró demostrar que Agatha Leslie era la amiga de Charles Wilson, el que fue asesinado.

Por otro lado, el rotativo El Nuevo Diario, periódico con notas exclusivas de Colón, acota que se están edificando nuevos cines en esta ciudad para los años 1929, para hacer los teatros actuales con más capacidad a la actual, que ronda los 55.000 boletos vendidos dentro de los teatros que administra la empresa Barrios. Para tener una noción del público, 43 % corresponde al cine Colón, el 39 % al cine América y un 26 % al cine Strump. Estos datos corresponden al mes de septiembre de 1947.

Los aficionados que pagan esas 55.000 entradas al mes dejan un producto al fisco nacional de 370.00 balboas, aproximadamente, con unas ganancias brutas para la empresa Barrios de 9.500 balboas mensuales. Estos datos se pueden apreciar en el Diario Colón, al día del 11 de enero de 1947. Otra cinta que se tomó la escena era el teatro Ansiona, el más grande en Colón en 1947. El sábado 11 de enero de ese año se tomó la cartelera la cinta El capitán maravilla, capítulo 5 y 6, El campeón y la dama, y Mañanita de sol claro.

El teatro Caribe, de jueves a lunes, del 9 al 13 de enero de 1947, presentó la cinta Dalia, y en esa misma fecha, el teatro Astoria presentó El crimen del museo. Asimismo, el teatro Colón, el sábado, domingo y lunes, 11, 12 y 13 de 1947, respectivamente, tenía otra película más conocida, La exótica, con Ingrid Bergman y Gary Cooper; y el filme El fantasma sonriente, protagonizada por Brenda Marshall y Alexis Smith. Igualmente, se proyectó La condesa en el cine Atlántico, que presentaba de jueves a lunes (9 al 13 de enero de 1947) a La condesa de costa Mora, con Dorothy Lamour y Arturo de Córdova.

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