Necesidad impostergable

PERIODISTA

A nte el incremento en los costos de la canasta básica de alimentos, las alzas en los gastos fijos de electricidad, agua, teléfonos, cable, préstamos bancarios, financieras, hipotecas, tarjetas de crédito, agiotistas, combustible, pasajes y, en términos generales, de casi todo lo que representa erogaciones en el diario vivir, se hace impostergable que el presidente de la República, Ricardo Martinelli Berrocal, y su ministro de Economía y Finanzas, Alberto Vallarino, diseñen una estrategia económica que permita que se cancelen las partidas del XIII Mes, que dejó pendiente el gobierno anterior.

Aceptando que la insensibilidad de quien en su momento dirigió el Estado, su equipo de gobierno, sus analistas económicos, sumados a los deseos de poder contar con recursos para dejarla saneadas las cuentas millonarios a los allegados al presidente de turno, que se banquetearon con contratos, y obras públicas, que quedaron canceladas al final de la gestión.

Por esa previsión que tuvieron para tener la liquidez de cancelarle facturas a sus allegados, el gobierno anterior decretó la Ley que hace obligante el pago de esos dineros, que tanto deseamos los que apartamos laboralmente nuestros esfuerzos en el gobierno, pero que ahora, y después de transcurridos más de 26 meses de este gobierno, parece no contar con la voluntad de pagarnos.

Entendiendo que el PRD, en su momento, pensó ganarse el ‘poroto’ al aprobar la legislación que hace obligante la cancelación de esos dineros, pero dejando la incógnita de cuando ‘exista la disponibilidad de los recursos fiscales’, pretendió que Pablo Pueblo le exigiera responsabilidades al gobierno que estrenó el 2 de mayo de 2009.