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- 17/11/2015 01:00
Los agricultores de Natá y sus justas demandas
El señor presidente de la República, Juan Carlos Varela, invitó a los educadores veragüenses a una reunión para discutir el tema de la descentralización, a la cual se oponen. También podría invitar, por su importancia nacional, a los representantes de las asociaciones de agricultores (e independientes) de Natá a una reunión para conocer sus problemas. Los productores están enfrentando dificultades económicas por los pasos lentos del IMA, que les ocasionan mayores gastos de intereses con los bancos, por la demora en el pago de la producción agrícola entregada.
Esta sugerencia la hago, porque nuestros Gobiernos debieran darle la importancia que para el país tiene un desarrollo agrícola planificado. Para esto, es necesario conocer los problemas, conversando directamente con los representantes campesinos, en este caso de Natá, cuyos problemas son semejantes en otras partes del país.
Estamos de acuerdo en que la solución a los problemas nacionales debe buscarse conversando. Al final, las distintas opiniones se irán acercando a la solución lógica que beneficie a la Nación que formamos todos. Debiéramos rechazar lo que perjudique a nuestra Nación, porque los efectos los sufriremos nosotros y nuestros descendientes.
Si históricamente se demuestra que la evolución progresiva de una economía comenzó con el desarrollo agrícola de las naciones, deberíamos respetar esa ley y evitar tratados que la afecten.
Inglaterra, en su desarrollo, suspendió la importación de productos agrícolas del Continente, cuando su producción se vio afectada porque los precios de los productos agrícolas ingleses eran mayores que los importados. Abrieron la importación cuando su infraestructura se desarrolló. En esa forma, sus precios fueron competitivos.
Esto demuestra que los Tratados de Libre Comercio (TLC) perjudican a la Nación menos desarrollada. Debiéramos integrarnos a Centro y Sur América, que facilitaría nuestros desarrollo agroindustrial, incluyendo la exportación de productos semi o totalmente preparados para ventas en envases para su consumo.
Debemos fomentar la unión de nuestras naciones, cosa que hizo nuestro Gobierno con su voto en la reunión de la OEA sobre Venezuela y Colombia, lo cual debemos aplaudir.
Nuestro presidente sabe de la razón lógica, demostrada históricamente, que nuestros Gobiernos siempre pensaron evitar, desde 1903, una acción nuestra que justificara, como excusa, el uso de la fuerza, establecida en la Zona del Canal, en cualquier parte del territorio nacional. Para evitarlo, había que desarrollar nuestra identidad con una educación de calidad permanente, que se extendió por todo el país, con escuelas de madera en los pueblos y de mampostería, sustituyendo las de madera, a medida que se podía, en las ciudades. Esa educación de calidad fortaleció nuestra identidad histórica, que se manifestó en diciembre de 1947 con el rechazo del Tratado Filos-Hines que pedía 136 bases militares. La Federación de Estudiantes de Panamá (FEP), dirigida por los institutores, se lanzaron a la calle en contra del Tratado, respaldados por la UEU, el Frente Patriótico y el Partido del Pueblo. A las manifestaciones se fueron agregando, en cantidad mayor, la ciudadanía y, por presión, los diputados rechazaron el Tratado.
La continuación de nuestro fortalecimiento, como nación independiente, libre y soberana, lo demostramos el 9 de Enero de 1964, lucha iniciada por los institutores, exigiendo lo acordado con el Gobierno de Estados Unidos, de las dos banderas en los centros de enseñanza de la ex Zona del Canal y exigiendo un nuevo Tratado.
Debemos sugerir a nuestro presidente que se retome la educación de calidad en el Estado, para poder defender nuestra identidad histórica, como panameños, revalorizando ‘la Tajada de Sandía '.
*EXPROFESOR EN LA UTP Y MIEMBRO DE LA SPIA.