• 06/04/2024 00:00

Las relaciones públicas y la desinformación política

Es imperativo seguir desarrollando y aplicando prácticas efectivas para combatir la desinformación

En los tiempos que vivimos el engaño es algo permanente, y se ha hecho muy difícil para las organizaciones y las personas, ganarse la confianza de los grupos de interés. Las relaciones públicas desempeñan un papel crucial en la gestión de la percepción pública y la reputación de individuos, organizaciones y gobiernos.

En el contexto de la desinformación política, las estrategias de relaciones públicas pueden ser utilizadas para combatir la desinformación, pero mal ejercidas pueden perpetuarla. Es fundamental comprender y diferenciar estas dos formas de practicarlas, de tal manera que lo que prime sea la ética profesional, contribuyendo a profundizar la confianza en la información transmitida y fortaleciendo a la democracia en nuestro país.

Thomas Rid, reconocido experto en tecnología y seguridad nacional de Estados Unidos, fue uno de los primeros en dar la voz de alarma sobre la interferencia en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.

No cabe la menor duda que las relaciones públicas generan un gran impacto en la desinformación política. Se debe actuar con transparencia y veracidad, lo que es fundamental para las organizaciones y gobiernos, mantener altos estándares de transparencia y veracidad en su comunicación pública para construir confianza y credibilidad.

De igual manera, hacer el esfuerzo para promover la educación mediática y la alfabetización digital y así ayudar a los ciudadanos a discernir entre información veraz y desinformación. Establecer mecanismos de monitoreo de la desinformación y responder de manera rápida y efectiva puede limitar el impacto de la información falsa. Y algo que es fundamental, trabajar en conjunto con los medios de comunicación para difundir información precisa y verificada y así contrarrestar la desinformación y llegar a un público más amplio.

Para identificar información política errónea, puede buscar ciertas señales: Verificación de fuente, corroborar la información con sitios web de verificación de hechos o medios de noticias acreditados; la desinformación suele utilizar un lenguaje emocional para provocar reacciones fuertes. Tener cuidado con las imágenes o vídeos no verificados que carecen de contexto, la información errónea tiende a ser sesgada y promueve una agenda particular. La información errónea puede utilizar información desactualizada o URL alteradas y finalmente comparar información de múltiples fuentes para garantizar la precisión.

Las relaciones públicas juegan un papel crucial en la lucha contra la desinformación política. Al adoptar estrategias éticas y transparentes, las organizaciones y gobiernos pueden contribuir a un entorno informativo más saludable y fortalecer la democracia. Es imperativo seguir desarrollando y aplicando prácticas efectivas para combatir la desinformación y promover la verdad en el ámbito político.

Hacemos un llamado, tanto a profesionales, como a grupos de interés, a realizar prácticas éticas utilizando las herramientas correctas y denunciando la desinformación para evitar debilitar el ejercicio electoral que se avecina.

La autora es docente universitaria
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