• 24/03/2025 00:00

‘Las mujeres que cambiaron nuestra historia’

Desde hace 50 años en marzo siempre ha habido tal profusión de artículos, actos y recordatorios sobre el Día Internacional de la Mujer —el 8 de marzo— y se recuerdan los logros obtenidos y se plantean aquellos que nos faltan por obtener... pero este año, además de la incertidumbre por causas internas, como el desempleo y la violencia, hemos enfrentado la arremetida brutal e indecente de Donald Trump, misógino y racista. Quizás como alivio a todas estas desgracias antes enumeradas, pues también se han reducido los actos, que debían ser promovidos por el Ministerio de la Mujer para rescatar la memoria de las mujeres que nos precedieron, se presenta el libro Mujeres que cambiaron nuestra historia, obra de Yolanda Marco y Ángela Alvarado, con una renovada edición y formato, editado por Walo Araúz, acompañado por Amalia Aguilar y el diseño e ilustración de Meera Sachani.

La Constitución de 1904 es un ejemplo de la discriminación que se practicaba contra las mujeres de la época. Así comienza la república, otorgando la condición de ciudadanos a los hombres para emitir el voto sin ningún requisito más que el haber nacido en Panamá, aunque no supieran leer o escribir. Las mujeres quedamos excluidas de esa condición de ciudadanas que solo adquirimos parcialmente en la Constitución de 1941, que reconocía el voto de las panameñas condicionado a que las mismas hubieran completado, como mínimo, los estudios secundarios.

Por eso, desde muy temprano, las campañas sufragistas que se daban en el hemisferio occidental encontraron acogida entre las panameñas, quienes se abocaron a la organización de los grupos femeninos, de diferentes estratos sociales, educativos y profesionales hasta llegar a la creación en el año 1923 de los colectivos Centro Feminista Renovación y Sociedad Nacional para el Progreso de la Mujer y luego del Partido Nacional Feminista (1923 a 1944).

Fundar un partido feminista en 1923 requirió de una osadía, que aún a esta distancia debe sorprendernos, puesto que tomará dos décadas que los derechos más fundamentales pudieran estar garantizados en la Constitución de 1946. En el grupo de constitucionalistas de 1944 participan Gumercinda Páez y Esther Neira de Calvo, lo que representa un hecho histórico esperado hacía casi medio siglo y con el que se logra el reconocimiento del voto a las mujeres, incluyéndolas a todas con las mismas condiciones que lo hacían los hombres desde 1904.

La Constitución de 1946, además, reconoce la patria potestad como el conjunto de derechos y deberes que tienen los padres en relación con los hijos, incluido la obligatoriedad de alimentar, asistir, educar e instruir a los hijos y estos a respetar y asistir a sus padres. El artículo 58 establece para los padres los mismos deberes para los hijos habidos fuera como los nacidos dentro del matrimonio. También establece que todos los hijos tienen el mismo derecho hereditario en las sucesiones intestadas.

Establece el artículo 59: queda abolida toda calificación que establezca diferencia en los nacimientos o sobre el estado civil de los padres. Además, estableció la mayoría de edad a los 21 años, se garantizan los derechos desde el nacimiento hasta la adolescencia. Esta Constitución protege el matrimonio de hecho y la maternidad, decreta que la escuela primaria es obligatoria y se garantiza la entrega de útiles escolares y en el ámbito laboral prohíbe el despido de la mujer embarazada y se establece la igualdad de salario sin distinción de sexo.

En varias ocasiones analizando la trayectoria de los logros obtenidos de la Constitución de 1946 y los que se han añadido en más de 70 años, nos planteamos la duda de si las mujeres más jóvenes son conscientes del costo personal, político, social y familiar para aquellas luchadoras, quienes desde muy temprano consiguieron para nosotras la confirmación de nuestra condición de ciudadanas y del inicio de los reclamos por la igualdad.

Recordemos con respeto y gratitud a estas mujeres a las que tanto debemos:

Clara González de Behringer, Esther Neira de Calvo, Gumersinda Páez, Otilia Arosemena de Tejeira, Concepción Peña Pastor, María Olimpia de Obaldía, Juana Oller de Mulford, Enriqueta Morales, Nicole Garay, Matilde Obarrio de Mallet, Tomasita Ester Casis, Josefina Aldrete, Martha Matamoros, Sara Sotillo, Elida Campodónico de Crespo, Matilde Rubiano, Rosa Rubiano y Georgina Jiménez de López, entre otras.

*La autora es exdiputada de la República
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