La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
De acuerdo a la ley, tiene la competencia exclusiva en temas electorales, salvo en temas que afecten la Constitución. Hasta donde tengo entendido. Creación del presidente Ernesto De la Guardia, ha recorrido un largo camino. En ocasiones con sombras. En otras con luces.
Es el árbitro formal de lo que queda de la democracia: la votación en las elecciones libremente realizadas, así como el conteo pulcro de los votos. No se agota en esa tarea. Al contrario, tiene la potestad que previo a las elecciones se respete la voluntad popular y no se adultere por ningún medio ilegal la decisión del ciudadano.
Por ello, preocupa las vacilaciones del Tribunal Electoral en el tema de los debates entre los aspirantes a presidir el país. A pesar de ello, quiero creer que los jueces, en su deseo de cumplir con el mandato a ellos confiado, quisieron que todas las candidaturas tuvieran igual oportunidad. Quiero creer eso.
Lo cual podría tener distintas lecturas: i. Ingenuidad ??. ii. Desconocimiento de la norma ??. iii. Intencionalidad oculta. Esta última parece ser en gran medida la lectura ciudadana de esa decisión.
Pero no era suficiente. En lugar de retractarse ante la primera objeción correctamente formulada, toma la decisión de suspender los debates sin fecha definida. Otra avalancha de protestas.
Entonces procede según algunos candidatos a mencionar distintas fechas. Más desconcierto. Finalmente, fija las fechas y reconocen, lo cual los enaltece, que se equivocaron.
¿Resuelve esto el bache o zanja en la que cayeron? ¿O deja un sabor amargo de desconfianza en la capacidad, conocimiento e incluso la imparcialidad esperada?