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- 08/02/2024 00:00
Labor docente en los centros de custodia y cumplimiento
El personal docente que se escoge para dictar clases en los diversos centros penitenciarios debe pasar por un examen exhaustivo, incluso de ser posible un diagnóstico psicológico para medir algunas actitudes. Las cárceles no son cualquier lugar para impartir clases y si la persona no tiene la experiencia o es de un carácter muy frágil seguramente tendrá problemas.
El docente que presta sus servicios en los centros de custodia y cumplimiento necesita de todo el apoyo posible de dichos centros. Esto incluye apoyo en disciplina, espacios adecuados para las clases, alimentación, materiales para trabajos ...
El profesor de Meduca no es empleado de los centros de custodia y cumplimiento. Responde a su enlace y coordinación inmediata de Meduca. Tampoco está para llenar un vacío administrativo de dichos centros y responde a su calendario escolar y los ajustes necesarios para hacer su labor eficaz.
El personal de los centros de custodia y cumplimiento (directivos, custodios, administrativos) deben brindar un apoyo completo de cooperación en la labor docente. Esto incluye de manera especial al personal de custodia que debe apoyar, sobre todo en la disciplina en el momento de la clase. Se han dado casos en que jóvenes internos han faltado el respeto al docente y los custodios no brindan el respaldo requerido, poniendo incluso en peligro la integridad del docente.
El personal de custodia, administrativo y docentes debe tener claro que son los adultos y están trabajando en un proceso de resocialización, que incluye orientación y disciplina. No están para hacer amistad ni crear vínculos afectivos con los internos porque ello es nocivo para todo el proceso de orientación. No olvidemos que se trabaja con menores de alto riesgo y que han aprendido bien el arte de la manipulación y el engaño dentro de sus pandillas y aprovechan cualquier oportunidad disponible para delinquir.
Hacemos la recomendación de que es realmente necesario que el personal de custodia y administrativos de los centros de custodia y cumplimiento obtengan jornadas periódicas en cuanto a seminarios de retroalimentación. Esto incluye los temas tan sensitivos como : Manejo de estrés, manejo de la ira, autoestima, manejo de conflictos, relaciones humanas, etc.
Los jóvenes que entrarán en el programa de clases del Meduca deben pasar por un periodo de adecuación y observación antes de las clases. Deben comprometerse y firmar un contrato de vida y futuro que lo compromete a recibir sus clases y colaborar en todo. Es innegable que muchos jóvenes infractores solo miran las clases para tener un espacio disponible de “esparcimiento”, pero al pasar el tiempo se les olvida el compromiso y hacen todo lo posible por boicotear las clases e incitar la insubordinación dentro del aula. No es posible que un joven privado de libertad reciba de buenas a primeras clases sin revisar su pasado delictivo e historial académico. La mayoría de estos jóvenes necesitan tratamiento psiquiátrico diversos, sin embargo, son admitidos como estudiantes “normales” lo cual representa un gran riesgo para todo el personal, pero sobre todo para el docente.
Cuando se toma de manera científica el tema de la resocialización entran en escena múltiples actores que van desde la presencia de padres de familia, o persona a cargo en la familia así como diversas instituciones que incluye: Meduca, Mingob, Mides, ONGs, iglesias, entre otros. Es un trabajo coordinado y no segmentado en la cual cualquier aporte para mejorar el proceso debe ser tomado en cuenta y no desechado en nombre de la politiquería y la improvisación.