• 29/08/2012 02:00

Jóvenes poseídas

H a habido bastante interés recientemente con respecto al tema de la supuesta posesión demoníaca en adolescentes entre los 13 y 17 años...

H a habido bastante interés recientemente con respecto al tema de la supuesta posesión demoníaca en adolescentes entre los 13 y 17 años en las comunidades de Darién y Portobello. La cobertura completa por los medios impresos y televisivos ha sido de manera reiterada. En este aspecto, hay que tener cuidado en el manejo informativo para evitar una histeria colectiva. El síndrome de contagio se crea fácilmente en un ambiente supersticioso y de pensamientos primitivos y se vuelven susceptibles a cualquier información verdadera o falsa.

Estos casos deben tratarse con precaución, debido a las mentes débiles e inmaduras en adolescentes. El elemento visual también es de cuidado, porque gran parte de sus influencias entran por los ojos. Imágenes que impactan más que mil palabras. Ver TV tiene fuerza en el inconsciente. Sus representaciones llegan con facilidad a la mente, algunas se incuban como virus, y tiempo después, crean un estado de adaptación en el ser humano. La mente humana es poderosa. Puede hacer un bien como puede hacer un mal.

En el caso de estas adolescentes se podría sospechar de algún trastorno convulsivo o de personalidad o de algún tóxico que afecta el cerebro. Para ello, lo recomendable es el análisis médico de manera integral que incluya a psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales. Estos casos tienen tratamiento.

Hay un número de ‘alimentadores’ inhumanos que hacen que las personas estén obsesionadas con este tema, popularizado por un sinnúmero de películas, programas de TV y grupos de rock. Cantantes famosos, que se manifiestan como seres espirituales y bajo el consumo de estupefacientes, aclaman al príncipe de las tinieblas en los escenarios donde se presentan. Las drogas, el sexo y la violencia, aún el suicidio, son temas a seguir por miles de sus seguidores. Otro recurso demoniaco son las novelas que glorifican el mundo de lo oculto. Una mirada rápida a los bestsellers de hoy, revela un número alarmante de libros que dan importancia al exorcismo, brujería, satanismo, violencia y sexo explícito.

Hollywood es capaz de intensificar el horror del mundo de los demonios con toda clase de habilidad artística. Películas o especiales de TV como: ‘El bebé de Rosemary’, ‘El exorcista’, y, las más recientes ‘Twilight’ y ‘True Blood’. Muchas personas que observan estas filmaciones se aíslan, pensando que están poseídas por entidades malignas. Indecible el daño psicológico que producen en niños y adolescentes, que las observan. Lo mismo se puede decir de los juegos de mesa como la ‘Tabla de Ouija’ y el de ‘Calabozos y Dragones’. Donde no hay poder en estos juegos, el poder está en la persona que se deja manipular o controlar por el mundo de los espíritus. El C&D, según cifras registradas es el responsable por cerca de decenas de asesinatos y suicidios y, aún se vende. Estimula la tortura, estrangulación, sacrifico humano, asesinatos, sadismo, maldiciones de enfermedades y otras formas de violencia entre sus participantes.

El mundo oscuro de los demonios se ha extendido en los niños a través de juguetes y dibujos animados en la TV. Son figuras siniestras como brujas, hechiceros, lagartos con lenguas en formas de flechas y ojos malignos. ‘Héroes’ y ‘heroínas’ casi desnudos, supuestamente representando las fuerzas del bien. En este aspecto los padres delinquen cuando están fallando en monitorear la selección de juguetes y dibujos animados de sus hijos.

Hay quienes viven obsesionados en el campo del misterio, de la superstición y adoración a Satanás. Por casos ya atendidos, la así llamada ‘posesión demoníaca’ en su mayoría han sido diagnosticados como perturbaciones emocionales. Los psiquiatras y psicólogos desconfiamos sobre si verdaderamente hay tal posesión. Varios síndromes emocionales son capaces de producir síntomas que se aproximan a la posesión-obsesión: compulsión, disociación, sonambulismo y síndromes de contagio.

Las obsesiones son usualmente sintomáticas de ansiedad, culpa, temor, y se acrecientan si se ha tenido algún contacto con lo oculto. Las compulsiones son actos físicos en que la persona se ve obligada a exhibirse y hasta reconoce que es innecesaria. La ‘disociación’ es una condición de tensión física, en que hay una separación de la conciencia. Si la estructura de la personalidad se afecta, el fenómeno es llamado ‘disolución’. Si el rompimiento ocurre inesperadamente, la experiencia es conocida como ‘disrupción’ y se empiezan a exhibir formas de comportamientos extraños. Esta experiencia puede ser catalogada erróneamente como posesión diabólica.

Otro asunto a considerar son los obsesionados por tratar de expulsar demonios de cáncer, de úlceras estomacales, diabetes, etc. Y, demonios de pecados como: lascivia, codicia, chismes, y mentiras. La lista es interminable. No contentos con los demonios de pecado y de enfermedades empiezan por expulsar demonios de soledad, pobreza y depresión. Para cuando ya se ha terminado casi todos salen de los cultos con la creencia que tienen un demonio. ¡Cuánta ignorancia! Salvo algunas poquísimas excepciones, la Iglesia Católica, es muy prudente en emitir un criterio al respecto. Deposita su confianza en el diagnóstico y tratamiento médico integral.

Si profesas el cristianismo católico, tienes contigo al Espíritu Santo, entonces no puedes ser poseído por los demonios. Los demonios y el Espíritu Santo, no se llevan, no viven en la misma persona. Puede que seas tentado, pero no poseído. Solo tu confianza en Dios Todopoderoso, una vida personal y familiar emocionalmente fortalecida y una educación donde aprendas y asimiles conocimientos, valores, costumbres y actitudes sanas, te alejan de estas situaciones mentalmente enfermizas. Inténtalo y verás...

ESPECIALISTA DE LA CONDUCTA HUMANA.

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