En memoria de José Antonio Amador Velarde

‘No te podemos ver y te recordamos.

No podemos tocarte y te sentimos.

No es audible tu voz y te escuchamos.

Hoy, cada día, cada mes, cada momento.

No ha sido fácil aceptar la despedida,

Seguir viviendo disimulando el llanto.

No podremos olvidar esos momentos

Que se tejieron de a poco con la vida.

Solo el convencimiento firme en nuestro Dios, permitirá que sigamos caminando, unidos con amor, sintiendo por siempre tu partida ', pensamientos de Elvia Alvarado de Amador dedicados a su esposo, José Antonio Amador Velarde .

Hace un año hoy..., recibí la llamada de la querida amiga y colega chiricana Elvia Alvarado de Amador avisándome del fallecimiento de su compañero de muchos años, un también querido amigo, José Antonio Amador Velarde; historiador, escritor, defensor incansable de nuestra historia, siempre empeñado en que esta se escribiera correctamente, uno de los columnistas más dedicados y acuciosos de La Estrella de Panamá , donde se le sigue echando de menos.

Hoy, queriendo unirnos al homenaje que le hace su familia, en especial su esposa e hijos, en esta fecha, recordamos un extracto del artículo ‘El octogenario' que él escribió, y que publicamos en esta misma sección el 5 de noviembre de 2014, en ocasión de su cumpleaños 80, y en el cual nos decía: ‘Debemos valorizar nuestra vida y aprovechar, de la mejor manera, el tiempo que vivimos. Planificar y cumplir metas, subsistir dentro de una sociedad acatando las reglas para vivir en armonía. No hacer daño al prójimo y lograr lo mejor para cada uno. Quienes llegamos a ser octogenarios, con pleno conocimiento y facultades normales, reafirmamos: ‘Solo los ancianos reconocen que la vida es corta'. (...).

Siempre pienso que el destino me dará oportunidad de existir y vivir unos cuantos años más y si no... ‘SOLO SERÉ RECUERDO', como el mejor de todos. Porque ningún muerto es malo, todos al morir nos convertimos en lo mejor que ha habido.'.

Si pudiera responderle hoy a José Antonio, y estar segura de que me escucha, le diría algo que él sabía: ‘Nadie muere mientras es recordado, como lo es usted, por su familia y amigos'.

Que en gloria esté.

PERIODISTA