• 29/04/2024 14:15

Institucionalidad y democracia: Elecciones 2024

Las elecciones se ganan en las urnas. Más que desafortunadas, son irresponsables las declaraciones de algunos en detrimento de nuestra institucionalidad democrática, por conveniencia

La institucionalidad no se protege minando la credibilidad y atacando instituciones como la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y el Tribunal Electoral (TE), menos en medio de un proceso electoral y en víspera de la elección general. El mensaje reciente de la CSJ, claramente ha sido que decidirán sobre la demanda de inconstitucionalidad en el caso Mulino, con la premura del caso pero dentro de los tiempos de ley establecidos, y sin presiones (como debe ser); respetemos eso. Y, cuando emitan sentencia dentro de esos tiempos y la misma quede en firme después de los recursos de ley, tengamos la entereza de acatarla, sea cual fuere la decisión.

De otro lado, el pleno del TE adoptó por consenso una decisión fundamentada en Derecho; esperemos el pronunciamiento de la CSJ. Dentro de los tiempos permitidos y según la ley, antes del 31 de octubre del año pasado se selló ante el TE una fórmula presidencial habiéndose antes escogido candidato a presidente y designado candidato a vicepresidente; luego, por mandato constitucional y ante sentencia condenatoria en firme, el TE inhabilitó al candidato a presidente, y en virtud de la ley el candidato a VP debidamente reconocido por el TE, siendo el suplente, pasó a ser el candidato a presidente. Nuevamente, esperemos el pronunciamiento de la CSJ, y acatémoslo.

¿Acaso la salsa que es buena para el ganso, no lo es para la gansa? Antes aplaudimos (me incluyo) el fallo de la CSJ, al declarar 25 veces inconstitucional el contrato minero. Pero ahora algunos pocos, que antes aplaudían a la CSJ, ponen en duda su objetividad y la presionan a fallar apresuradamente y, peor, tenebrosos tentáculos de antidemócratas la presionan para que descabece una opción presidencial, afectando en consecuencia toda una oferta electoral a nivel nacional (no me incluyo entre estos, y conste que Mulino no es mi candidato). Todo lo anterior, ante la presencia de observadores electorales internacionales, ya en sitio tomando nota de todo lo que acontece.

Las elecciones se ganan en las urnas. Más que desafortunadas, son irresponsables las declaraciones de algunos en detrimento de nuestra institucionalidad democrática, por conveniencia. Son declaraciones que afectan, aún más, la ya existente zozobra e incertidumbre en el actual proceso electoral.

En cuanto al llamado “pacto de impunidad”, dejemos el dramatismo y la politiquería. Desde hace mucho tiempo era de esperarse un acuerdo de ese tipo, y ya había indicios al respecto ...sospechas válidas que no solo cuestionamos en su momento, también algunos hicimos ingentes esfuerzos para lograr alianzas vencedoras, o al menos un acuerdo programático; y nos estrellamos contra el ego y la miopía política de ciertos candidatos. La vía para aplacar un “pacto de impunidad” PRD - RM, en democracia, lo es mediante el voto masivo y efectivo en las urnas. Queda a los panameños votar en forma informada y a conciencia, en el mejor interés nacional, de manera que quienes puedan estar detrás de ese tipo de acuerdos oscuros, ¡no vayan más!

Igual de irresponsable y politiquero es hablar de “complacencia” por parte de las autoridades con relación al refugiado en una sede diplomática, pues públicamente todos hemos conocido de la enérgica postura de Cancillería, siendo la última medida el llamado a consulta que se hizo a nuestro embajador en Nicaragua.

Por lo demás, y como ha sido nuestra postura siempre, condenamos con firmeza cualquier tipo de campaña sucia, venga de donde venga.

Salgamos a votar desde temprano el próximo domingo 5 de mayo, y votemos bien, sin botar al cesto de basura ese sagrado derecho (y deber) de elegir; de elegir a quien tendrá la experiencia y capacidad de gobernar en el mejor interés nacional, para convocar y construir consensos con otros actores sociales y políticos, incluso adversarios. De elegir también a aquellos candidatos a otros puestos de elección popular -también honestos, capaces-, sobre todo a nuevos diputados jóvenes y correctos de VAMOS y de algunos partidos políticos, para empezar a extirpar el tumor maligno de la corrupción que se concentra en la Asamblea Nacional de diputados.

Yo soy optimista, tengo la confianza y abrigo la esperanza de que el día 5 de mayo los electores sabremos separar la cizaña del trigo fino, y cumpliremos con la patria; una libre y gloriosa, con todas las posibilidades de ser terreno fértil para una prosperidad extendida, y paz social.

El autor fue presidente de la APEDE, y actualmente preside la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia, y el Consejo Directivo Internacional del Pilar de Sociedad Civil de la Comunidad de las Democracias

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