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- 01/06/2022 00:00
La importancia de la calidad e inocuidad de alimentos
Con el tema, "Alimentos inocuos, mejor salud", los países del mundo buscan este año promover acciones que ayuden a prevenir, detectar y gestionar los peligros que podrían ser transmitidos a través de los alimentos, garantizando el acceso a alimentos inocuos, contribuyendo a la Seguridad Alimentaria, la prosperidad económica, el desarrollo agropecuario, el acceso a los mercados, el turismo y el desarrollo sostenible de los pueblos.
La inocuidad es el principal atributo de la calidad de un alimento. Se refiere a ?la garantía de que los mismos no causarán daño (físico o fisiológico) al consumidor cuando se preparen y/o consuman de acuerdo con el uso a que se destinan?. Y la inocuidad de los alimentos es un asunto de todos. Si no es inocuo, no es apto como parte de una alimentación saludable, por ello, se requiere garantizar una oferta de alimentos inocuos, para satisfacer las necesidades nutricionales, mantener una vida activa y sana, especialmente para el crecimiento y desarrollo de los niños.
Aunque la mayoría de estas enfermedades transmisibles por alimentos (ETA) son evitables con educación y una adecuada manipulación de los alimentos, sigue siendo motivo de preocupación mundial. En 2010, según estimaciones de la OMS, treinta y un agentes causaron 600 millones casos de ETA y 420 mil muertes, lo que representa más de 33 millones de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD), afectando especialmente a menores de 5 años. En Panamá, según el MINSA, ese mismo año se reportaron 4,433 casos de ETA.
Por otro lado, no podemos subestimar los riesgos relacionados con la dieta y las enfermedades no trasmisibles (ENT), por la baja ingesta de fruta, nueces y semillas, granos integrales, el alto consumo de sodio, el sobrepeso, la obesidad, la hipertensión arterial y el consumo de alcohol, que son algunos de los principales factores de riesgo de muerte prematura y discapacidad en la región, y una amenaza para la salud pública en muchos países de América Latina y el Caribe.
Los daños causados por el consumo excesivo de bebidas azucaradas, ?comidas chatarra? y otros, sobrecargados de grasas saturadas, exceso de sal común y/o aditivos, aumentan el riesgo de condiciones adversas a la salud. Solo en el año 2016, se registraron más de 56.4 millones de defunciones en donde las principales causas son la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular. La dieta subóptima, el sobrepeso y obesidad son factores de riesgo prevenible (CMM 2010).
Los altos costos en atención médica y sistemas de asistencia hospitalaria en el mundo por enfermedades relacionadas con alimentos son insostenibles. Un estudio reciente del Instituto de Investigaciones Sanitarias de Price Water House Coopers estimó que se pierde más de la mitad de los $2 billones que gasta los EU en la sanidad cada año. Se estima en unos $5,3 billones el gasto sanitario anual a nivel mundial. Las medicinas representan entre el 20 y el 30% del gasto sanitario mundial.
Tampoco podemos dejar de considerar otros factores legítimos que son determinantes de la salud, relacionados con los aspectos biopsicosociales de la alimentación, que requieren de una gestión de riesgos para garantizar la integridad económica de los alimentos, asegurando prácticas equitativas y/o justas en el comercio. La posibilidad de engaño, deficiencias o falta de información y etiquetado son críticas para la decisión del consumidor.
Un mal etiquetado podría afectar la salud del consumidor por sus posibles perjuicios biológicos, psicológicos y/o sociales, incluyendo, por ejemplo, el bienestar económico familiar de las personas.
La finalidad principal de las normas del Codex Alimentarius es la de proteger la Salud del consumidor, entendida como ?un completo estado de bienestar físico, mental y social y no solo la ausencia de enfermedad?. Se ha adelantado un trabajo sobre el fraude y la adulteración intencional de los alimentos, a fin de proteger la Salud Pública y evitar pérdidas económicas e interrupciones al comercio.
En 2017, nuestro país vecino, Costa Rica, se propuso y logró la aprobación del ?Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos?, con el apoyo unánime de la FAO, la OMS, la Comisión del Codex Alimentarius y la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Hoy en día, Panamá tiene la extraordinaria y única oportunidad de promover el Día Mundial de la Salud Pública Alimentaria, que abarcaría no solamente el aseguramiento de la inocuidad, sino también todos los aspectos de la salud integral, incluyendo, la seguridad alimentaria y nutricional, y las prácticas equitativas y/o justas en el comercio para alcanzar un completo estado de bienestar de todos los países del mundo.