Políticas de Estado (I)

En el marco del desarrollo del calendario escolar es evidente el entusiasmo de los padres de familia, fundamentado en el hecho de que sus hijos tengan las herramientas necesarias para enfrentar decorosamente su futuro, como también el interés de la comunidad en general por contar con los servicios de una educación de calidad que se debe impartir en los centros educativos.

Año tras año, se evidencian los mismos problemas y expectativas: capacidad instalada en condiciones adecuadas para acoger a los estudiantes, nombramiento oportuno de los docentes, dotación de laboratorios, talleres, mobiliario y material didáctico, elementos básicos para que este proceso se dé armónica y efectivamente, sin soslayar la importancia que reviste el contenido de la educación y con ello me refiero a la actualización de los planes y programas de estudios, a la formación y capacitación del docente, fortalecimiento del liderazgo de los directores, y el compromiso con la educación de sus estudiantes; la adopción de un nuevo enfoque de la administración de la educación, la supervisión educativa y finalmente, todo lo que implica el abordaje de los procesos de la evaluación (de los programas, del desempeño de los docentes y administrativos e institucional) y el cumplimiento a cabalidad del plan de mejoramiento institucional.

Cada cinco años, se definen nuevos planes estratégicos, sin que se ponderen los existentes y en plena ejecución. Los proyectos y programas se anuncian al inicio del período gubernamental y se invierte en infraestructura, en recursos financieros y humanos, que en el próximo quinquenio no merecen la atención de las nuevas autoridades.

En el devenir histórico de la educación panameña, se han elaborado y desarrollado, Informes, Planes Nacionales de Educación, Reforma Educativa, Diálogos de Concertación Nacional, modificaciones a Ley 47, de 1946, Orgánica de Educación, Estrategia Decenal de la Modernización de la Educación Panameña, entre otros y el último ensayo, Transformación Curricular de la Enseñanza Media, los cuales algunos culminan con el período de Gobierno sin pasar por un proceso de evaluación.

Panamá ha realizado grandes esfuerzos en el ámbito educativo, avances y logros en cuanto a acceso, cobertura y ampliación de oportunidades de superación a sectores de población cada vez mayores, formando una extensa red de servicios educativos que cubre todo el país. Este esfuerzo se ha visto limitado por falta de equidad educativa, calidad y pertinencia, prioritariamente, en los grupos de población de áreas rurales, urbano marginales e indígenas.

La falta de articulación entre los niveles: central, regional, local y/o del centro educativo, los esfuerzos que se realizan en el campo de la educación y su desvinculación con los planes de desarrollo del país, constituye otro problema crucial, así como la falta de una política nacional de la educación como resultado del consenso nacional que determine las prioridades, de modo que todos los sectores sociales, las organizaciones e instituciones consoliden esfuerzos y acciones concretas hacia objetivos y metas comunes. Sigue mañana...

EDUCADORA