Cuando la confianza se gana

J osé Luis Fábrega ganó contundentemente la Alcaldía de Panamá. Demostró que su estilo de hacer política, en contacto permanente con la gente, tiene cabida en una sociedad que requiere de respuestas y nuevas oportunidades.

El mundo de las redes sociales nos ha llevado a alejarnos hasta de los seres queridos. Ha producido que dejemos de estar pendientes de las personas que nos rodean. Todo indica que es la tendencia mundial, pero en el caso de Fábrega fracasa esta forma de interconexión, porque él apela a otras formas de acercamiento que no son comunes en los tiempos actuales.

Sorprende que sin publicidad de radio y televisión, sin centros de llamadas, encuestas propias y sin abusar de intervenciones en medios de comunicación, haya logrado resultados tan importantes.

Generar confianza es sumamente difícil, sobre todo en una sociedad como la nuestra, a la que se le ha producido tanto daño con propuestas políticas donde la gente ha entregado sus esperanzas y al final, la falta de visión y errores de todo tipo han echado a perder todo.

Fábrega no es el mismo de hace cinco años, cuando perdió una apretada elección a alcalde. Ha aprendido a entender al PRD, a interpretar las aspiraciones de los ciudadanos que ruegan porque las condiciones de seguridad, movilidad, salud y otras sean solucionadas en una ciudad que se ha convertido en un infierno para muchos.

José Luis Fábrega apuesta a una Alcaldía humana, incluyente y equitativa donde los proyectos principales deben ser para mejorar la calidad de vida de las personas, disminuir la pésima distribución de la riqueza y crear espacios que permitan a la ciudadanía disfrutar de una ciudad que en este momento no es amigable para el contribuyente.

Es importante saber que su plan de Gobierno municipal se estructuró con el aporte de decenas de profesionales de distintas ramas del quehacer nacional que contribuyeron en el último año a construir propuestas que son la base del trabajo del próximo quinquenio. Eso, junto a las propias ideas que José Luis había madurado con los años, permitió construir el Plan Ciudad que distribuyó a través de la campaña política.

Está pendiente, de igual manera, conocer los programas y proyectos pendientes que deja el actual alcalde y que debe dárseles seguimiento para el bien de la ciudadanía.

Se necesitan funcionarios que escuchen, que sean cercanos a las necesidades de las personas, que construyan puentes para la comunicación correcta y no que impongan acciones que no han sido consultadas.

La participación ciudadana es una herramienta que tendrá que utilizar Fábrega para propiciar el acercamiento más efectivo en esta nueva etapa. Las herramientas modernas que se pueden poner a disposición de las personas, le procurarán extraordinarios éxitos que serán necesarios para enmendar los errores y recobrarla confianza en el Gobierno local más importante del país, la comuna capitalina.

CONSULTOR