El visionario 7 de septiembre de 1977

El 7 de septiembre de 1977 marca un antes y un después de la caricatura de país y una semicolonia que fue transformada, con este acto, en un

país próspero e independiente. Los tratados del Canal Torrijos-Carter no solo significaron levantar la última estaca colonial en América Latina de la presencia de los norteamericanos y el regreso del Canal a su territorio a manos panameñas sino, también, el desmantelamiento de 14 bases militares enterradas por casi 50 años en la entrañas de nuestro istmo.

La oligarquía terrateniente, casateniente y oligarquía financiera en nuestro país gritaba a todo pulmón que los panameños no comíamos con soberanía y rogaban que los tratados no se firmaran. El tiempo le dio la

razón a una generación de políticos e intelectuales que, liderados por ese gran patriota Omar Torrijos Herrera, convirtieron ese acto en la mejor apuesta que se hubiera hecho en la historia de todo un país, enriqueciendo para la posteridad a las próximas generaciones.

Cuando hoy escuchamos que más de $3,000 millones entrarán a final de este año al tesoro público y pensando en los miles de millones que el territorio ha generado y sigue generando en los astilleros, puertos, riqueza inmobiliaria, ferrocarril, y la industria turística del área, pensamos que Torrijos y su generación dejaron a las futuras generaciones la mejor de las inversiones, que irán cada día aumentando frente a aquel miserable millón al año por todo lo usufructuado que reconocían los norteamericanos a nuestro pequeño país, durante más de 50 años, por el Canal y todo el territorio que ocupaban las bases militares y el desarrollo de los zonians.

Omar Torrijos señaló que toda esa riqueza que generarían los tratados debería hacerse del mayor uso colectivo posible. La mayoría de los gobiernos posinvasión antitratados del Canal convirtieron en su botín político la prosperidad y la riqueza que generaba el Canal de Panamá y su territorio, en vez de invertir estas cuantiosas cifras como parte del desarrollo integral del país, lo transformaron en su chequera política y en programas paternalistas, olvidando la educación, salud, turismo y un largo etcétera.

Siempre seguirá en la memoria de los patriotas un antes y un después con la firma de los tratados que le dieron la auténtica independencia a este gran país bendecido por el universo, marcando el 31 de diciembre de 1999 al cumplirse el calendario de la descolonización nuestra definitiva y clara independencia. El éxito de las negociaciones y la firma de los tratados y la prosperidad, que generó y sigue generando, marca el logro más grande que un patriota haya logrado para nuestro pequeño istmo, aún por encima de la mezquindad de los mediocres, obtusos e inmorales que aún siguen sepultando las esperanzas de este pueblo admirable, que marcó gestas patrióticas, que fueron las raíces de lo que aconteció después del 9 de enero de 1964 y el acto más valiente y único en América Latina ante la historia, como lo fue el rompimiento de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos ante aquel digno acontecimiento.

El 7 de septiembre de 1977 marcó un futuro inagotable de dignidad, prosperidad y de patriotismo que nunca podremos olvidar. A partir de ese momento somos un Panamá con una sola bandera y un solo territorio.

Coclesito, distrito Omar Torrijos Herrera.