• 10/01/2024 00:00

El ajedrez como indicativo para la vida...

Hay ocasiones en que estamos inspirados y seguro que si juegas unas cuantas partidas te darás cuenta de inmediato que hasta la jugada más extraña y difícil surge de manera automática

El ajedrez, además de muchos beneficios que aporta y que antes he mencionado en otros de mis artículos; también puede ser una poderosa herramienta para medir ciertas áreas de tu vida, ¿cómo? Te preguntarás, en este artículo te lo explicaré en detalles.

Constantemente uso esta herramienta para ejercitarme mentalmente, a veces entrenando, pues me gusta competir en torneos u otras veces por simple diversión, y cuando lo haga con el segundo objetivo aprovecho para analizar mis resultados y según estos reflexionar sobre como están mis emociones. Verás, somos seres pensantes que siempre estamos analizando todo lo que a nuestro alrededor sucede y por tal motivo en necesario medirnos, calibrarnos y tomar decisiones importantes y a veces decisivas en nuestra vida. Por ejemplo para empezar algún tipo de proyecto necesitamos inspiración y bastante entusiasmo, personalmente cuando juego al ajedrez, especialmente en las partidas relámpagos y obtengo buenos resultados, entonces me doy cuenta de que emocionalmente estoy bien, de lo contrario es probable que algo me esté afectando, puede ser una duda, una queja o incluso algún tipo de afección psicológica o psiquiátrica como ansiedad, estrés o depresión que son enfermedades que el ajedrez te puede ayudar a identificar a tiempo y puedas buscar ayuda profesional.

El ajedrez también te puede indicar cuando estás cansado, porque no es un secreto que muchas personas, aunque físicamente están fuertes mentalmente, se sienten cansadas, y en tales casos debes priorizar el descanso de la mente sobre el cuerpo porque si la mente no funciona bien, el cuerpo aunque enérgico, no funcionará correctamente. El cansancio mental es tan agresivo que puede hacerte ver responsabilidades cotidianas como cargas pesadas cuando no lo son. Te lo explico; ajedrecísticamente hablando, cuando un oponente de menor nivel me gana una partida y también la revancha, entonces entiendo que probablemente estoy cansado o estresado y necesito esparcimiento, también me pasa cuando no tengo concentración por más que intento concentrarme porque si algo que tiene bastante celo de la concentración es el ajedrez.

Hay ocasiones en que estamos inspirados y seguro que si juegas unas cuantas partidas te darás cuenta de inmediato, es en esos momentos tan hermosos donde las ideas fluyen con naturalidad y los reflejos responden, cuando hasta la jugada más extraña y difícil surge de manera automática. Los momentos de inspiración suelen ser efímeros, pero si logras detectarlos te será útil en casi cualquier área de tu vida, por ejemplo, para hacerle una declaración de amor a esa persona especial, escribir una poesía porque ya dicen por ahí que: «De poetas y locos todos tenemos un poco» o darle forma a una idea que has estado trabajando desde hace algún tiempo o quizá aprovechar el momento para culminar algún asunto pendiente porque todos somos víctimas de la procrastinación.

Pero quizá el estado más difícil de controlar sea la tristeza y hasta en eso el ajedrez puede ayudarte mucho. La gente suele asociar la tristeza con falta de alegría o falta de inspiración, pero no es así, más bien la tristeza puede ser positiva en ocasiones. Los grandes artistas la han ocupado como fuente de inspiración para obras maestras en pintura, música y poesía, como cuando Van Gog pintaba casi siempre estaba triste, o cuando Beethoven compuso la hermosa melodía Für Elise dedicada a un amor platónico, o cuando el poeta francés Pierre de Quillard escribió aquel bello poema llamado juventud. Entonces, a la tristeza también se le puede sacar provecho, porque si juegas al ajedrez como consuelo y ganas, entonces podrás alegrarte porque tampoco queremos estar tristes, y a uno le alegra ganar. En fin, el ajedrez también es una muy buena herramienta para medir tus emociones e indicar el rumbo que está llevando tu vida.

A la tristeza también se le puede sacar provecho porque al jugar ajedrez como consuelo y ganar entonces podrás alegrarte porque tampoco queremos estar tristes, y a uno le alegra ganar.
Hay ocasiones en que estamos inspirados y seguro que si juegas unas cuantas partidas te darás cuenta de inmediato, es en esos momentos donde las ideas fluyen con naturalidad y los reflejos responden.
El autor es ingeniero y entrenador de ajedrez
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