• 28/11/2024 00:00

Educación, diversidad e interculturalidad de nuestros pueblos indígenas

El panorama de logros, avances y desafíos de la educación en Panamá, tanto en términos de políticas públicas como de iniciativas para atender a nuestros pueblos originarios, se ve comprometido por las desgarradoras escenas presentadas en un noticiero televisivo de la localidad, donde se observa los medios de movilización que realizan los niños indígenas para llegar a sus centros educativos. De igual forma el reporte de los docentes en el número de estudiantes que han fallecido tratando de cruzar el río en los últimos años, es más que alarmante y tétrico diría yo, dada las condiciones geográficas y el caudal que la vertiente del Caribe desarrolla.

Mientras, que en otros países se observa una significativa proliferación de iniciativas y avances al interior de algunas organizaciones de pueblos indígenas y afrodescendientes, en Panamá las mismas no logran crecer y desarrollarse por la desidia e indiferencia de nuestros gobernantes y el desgreño administrativo de las autoridades locales que los representan. A escala regional organismos como la Unesco, Iesalc, Preal y la CRES, exponen de manera diferenciada lo que cada país de la región viene desarrollando, Panamá, tristemente, se mantiene rezagada y ocupando los últimos lugares en materia educativa; y no es porque no contemos con aspectos normativos (constitucionales, legislativos y políticas públicas) que aseguren mantener los derechos educativos y la cultura de nuestros pueblos indígenas, ya que existen recomendaciones específicas, destinadas a proponer transformaciones que aseguren mantener los derechos educativos y la cultura de nuestros pueblos indígenas; sin embargo, las visiones de mundo, el respeto a la lengua materna, los sistemas de conocimiento y los saberes y modos de aprendizaje se desconocen y no se valoran, como si no fueran panameños de pura cepa. Es triste ver como en pleno siglo XXI, no existe consonancia con el ODS N°4 y se sigue sin garantizar una educación inclusiva equitativa y de calidad que promueva las oportunidades durante toda la vida para todos.

Las distintas Conferencias Regionales de Educación Superior (La Habana 1996, Cartagena 2008, Córdoba 2018 y Brasil 2024) han abordado el tema de los pueblos indígenas y los afrodescendientes en materia de Educación Superior, a fin de lograr la presencia y participación de nuestros hermanos indígenas, el respeto a sus derechos humanos y la inclusión en la Educación Superior. Es momento de valorar los conocimientos ancestrales, su idioma, sus historias y proyectos socioculturales, los cuales no han logrado superar la brecha de discriminación y marginalidad. Sería bueno que nuestras universidades desarrollaran programas de formación docente en Educación Bilingüe Intercultural, diplomados, cátedras abiertas y la formación de intérpretes bilingües para el sistema penitenciario.

Existen modelos de Educación Bilingüe Intercultural en países como Brasil, México, Guatemala, Colombia, Bolivia y Chile, entre muchos otros, que ayudarían a incorporar a nuestros pueblos indígenas al desarrollo nacional. Necesitamos voluntad y deseos para que lo planteado no sea una aspiración.

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