• 21/03/2022 00:00

Un día especial para un mundo difícil

“Cada uno se dibuja solo y la apreciación poética tiene el potencial de hacer de nosotros figuras humanas capaces de hacer de este mundo un lugar más solidario”

Hoy, 21 de marzo de 2022, Madeline, mi madre, hubiera cumplido años. Aún me queda la sonrisa que me dio el último día que nos vimos y ese presentimiento profundo de que así sería. Es un día especial.

Con el lema: “Voces por la acción contra el racismo”, hoy también celebramos el Día Mundial Contra la Discriminación Racial, declarada por la Organización de las Naciones Unidas en 1966, cuando “… instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial”, ¡y vaya que aún queda mucho por hacer! Los reportes sobre el trato dado a negros y otras minorías étnicas en su huida de Ucrania, como consecuencia de la invasión de Rusia, y otros conflictos raciales alrededor del mundo que amenazan la vida de negros y minorías, les roba sus sueños y esperanzas, deja en evidencia el largo camino que queda por transitar hacia un mundo más inclusivo e igualitario.

Declarado por la Unesco en 1999, hoy también celebramos la Poesía. Llama a la reflexión el mensaje de la Sra. Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, en el cual señala que: “…con motivo del Día Mundial de la Poesía, la Unesco pone de relieve la poesía indígena, para celebrar el papel decisivo y único que desempeña en la lucha contra la marginación y la injusticia, y en el acercamiento de las culturas en un espíritu de solidaridad”. Esa distinción lo hace más especial aún. “La obra de Joy Harjo, miembro de la nación Mvskoke y poeta laureada de los Estados Unidos, lo demuestra claramente. Su poema “Break My Heart” (Rompe mi corazón), describe su regreso a Okfuskee, en Oklahoma, donde sus antepasados fueron violentamente arrancados de sus tierras y desplazados al oeste en virtud de la Ley de Deportación de Indios de 1830”.

Si hace falta mucho por hacer para acabar con la discriminación y el racismo, hay un trabajo pendiente por aplacar los males de la humanidad. Hay un trabajo por hacer para mejorar la cultura y la conducta política de los que pretenden liderarnos. No solo en la parte de administración de la cosa pública, sino, también, en la conducta social-política. Que algún día podamos referirnos al proceso como de verdadera interacción “política” y no como lo que sabemos que es: politiquería de baja estopa, deshonesta, corrupta y ruin. Siempre podemos recurrir a la poesía para iniciar un proceso para sensibilizar el espíritu humano ante estos retos.

Hace un tiempo, hice referencia al escritor Paul Richards y su artículo titulado “On poetry and politics” (Sobre poesía y política), en el cual recordó un discurso de John F. Kennedy pronunciado semanas antes de su asesinato en honor al poeta Robert Frost, quien había fallecido ese mismo año. Kennedy tituló su discurso “Full recognition of the place of the artist” (Reconocimiento pleno al lugar del artista) y Richards se admiró con el párrafo que señala: “Cuando el poder conduce a los hombres hacia la arrogancia, la poesía le recuerda sus limitaciones. Cuando la energía reduce las áreas de preocupación del hombre, la poesía le recuerda la riqueza y diversidad de su existencia. Cuando el poder corrompe, la poesía limpia. Porque el arte establece la confianza humana básica que debe servir de piedra angular de nuestro juicio”.

ara este ambiente que se mueve a velocidades extraordinarias y, para algunos en el mundo corporativo que buscan —ante todo— la creación de riquezas exorbitantes para el provecho y beneficio de muy pocos, la introducción de expresiones literarias y poéticas en su cotidianidad, puede tener el efecto que muy bien señala David Whyte, autor y poeta: trasformar su lenguaje tecnócrata y el efecto del mismo en un léxico que rediseña sus metas y objetivos en conductas que buscan el bien común y el mejoramiento de las condiciones sociales para las futuras generaciones.

Kennedy ofrece la conceptualización apropiada para el oficio político. Cada uno se dibuja solo y la apreciación poética tiene el potencial de hacer de nosotros figuras humanas capaces de hacer de este mundo un lugar más solidario. Si todos se involucraran en una celebración como esta: politiqueros, empresarios, el tipo del metrobús, etc., y no lo descartaran como una actividad de despreocupados, noctámbulos y bohemios, una mejor apreciación por la vida comenzaría a germinar en este mundo tan difícil.

Comunicador social.
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