Las cosas que pasan en Navidad

El Salón Azul, un espacio usualmente destinado a la discusión política y la promoción de asuntos culturales de la Asamblea Nacional, a media mañana del 12 de diciembre, estaba relativamente copado de asistentes, puesto que el historiador Jaime Flórez, presentaba a esa hora dos libros históricos y complementarios, “Escritos Patrióticos y de Liberación Nacional” y “Héroes, Mártires y hechos Históricos de Panamá”.

Generalmente por estas fechas y a esas horas, la intención de los funcionarios que están al servicio de la institución legislativa, así como la de los visitantes, es otra. O andan en busca de cheques, intrigas, décimos, pagos, órdenes de vacaciones, pavos, jamones, regalos de los honorables, pequeños eventos internos donde reparten boquitas; o, en otro sentido, se siente su ausencia. La inactividad parlamentaria, de algún modo, produce cierto relajamiento horario en las oficinas.

La presentación de estas dos obras fue iniciativa de la Dirección de Estudios Parlamentarios (DEP), a la que presta sus servicios el historiador y autor. Esta dirección es orientada por Marisol Martínez, que hizo las veces de presentadora y coordinadora de la relatoría del evento, con gran énfasis en el significado de la fecha, la conmemoración de los 75 años (12 de diciembre de 1947) de la rebelión popular contra los Tratados Filós-Hines, una verdadera afrenta a la soberanía nacional, ese sentimiento patriótico, que, amenazado por acciones irresponsables de dirigentes domésticos domeñables, provocan levantamientos o insurrecciones de profundas consecuencias sociales.

Parecería absurdo hablar de emociones patrióticas en medio de los jolgorios de la Navidad y Año Nuevo. Pero no, sobre todo aquí en Panamá, transida por otro hecho doloroso que marcó las celebraciones navideñas para siempre: la invasión de las fuerzas militares estadounidenses a Panamá, el 20 diciembre de 1989. Es decir, como si se tratara de una novedad circular, el rechazo a los Tratados Filós-Hines, es el comienzo y la invasión a Panamá, un triste final.

En la disertación intervinieron varios personajes, cada uno, aplicado a un capítulo o un tema mencionados en alguna de las dos obras, que valga decir, son un compendio de artículos, conferencias, o trabajos publicados por el autor y seleccionados cronológicamente para los fines propuestos.

Lo curioso y plausible, es que lo hayan realizado para memorizar culturalmente una fecha insigne: el 12 de diciembre de 1947, cuando los panameños amanecieron revueltos en desacuerdo con la firma de aquel tratado.

El doctor Hernando Franco, escribió el prólogo de las obras, el sociólogo Jaime Beittía, subdirector de la Dirección de Estudios Parlamentarios (DEP) se encargó de puntualizar los significados de temas que aborda el historiador Flórez, bien como articulista o bien como conferencista, Deida Chavarría, se refirió al artículo de Flórez acerca del rechazo a los Tratados Filós-Hines, escrito años antes, el ingeniero Simón Robles, analizó el artículo “Omar Torrijos, Teoría y Práctica de su Legado”, Nitzi Canto centró su intervención en el análisis del artículo “Influencia del Pensamiento de Justo Arosemena en la Independencia de Panamá de Colombia”, Marcela Chang, se enfocó en dos artículos enmarcados en el capítulo “Escritos Políticos y de Actualidad Nacional”, Ferdinand Suárez, comentó la conferencia del autor que había sido dictada en ese mismo salón en el año 2018: “Análisis del Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Relativo a la Invasión de Panamá del 20 de diciembre de 1989”.

La inquietud del autor, así como de la directora de la DEP, Marisol Martínez, después de este desfile de historia patria, que finalizó con una buena intervención del autor, es, quizás, la que sirvió de colofón a la relatora: ¿Qué historia queda construida para las nuevas generaciones? ¿Les dejamos una historia limitada?

El trabajo del autor, Jaime Flórez, es un buen abono para la memoria histórica y cultural panameña. La obra estará como reseña bibliográfica en el Departamento de Estudios Parlamentarios (DEP) de la Asamblea Nacional, que lo es por su naturaleza un departamento de documentación y publicaciones de la institución.

Hay que celebrar estos acontecimientos, estas cosas que pasan en Navidad, aunque parezca contraproducente el momento y no sepa a fiesta. Pero hay que celebrarlo también, porque como semilla de esperanza en el país, jóvenes estudiantes del Nido de Águilas, estaban allí con sus uniformes, escuchando las conferencias y disertaciones. Tal vez estos adolescentes sean, mañana, que está a la vuelta de la esquina, el faro que ilumine los caminos de Panamá como Nación. ¡Feliz Navidad!