Competencias transversales relevantes de la educación actual

Desde hace varios años, más bien décadas, se han estado poniendo en contexto las implicaciones del fenómeno de la globalización en la preparación de los estudiantes, a efecto de que puedan recibir una educación que los prepare para una inserción efectiva en ese mundo globalizado. ¿Pero qué es lo más relevante de la globalización en la vida de las personas? No hay una respuesta única ni fácil, pero podríamos indicar algunas cosas centrales:

- El mundo ha desarrollado una elevada producción de información que aún no detiene su curso y esta información, que se produce día a día, incide no sólo en una nueva y creciente dinámica de la ciencia y la tecnología, sino también en la cotidianidad de los seres humanos, con mayor o menor impacto, de acuerdo a la capacidad de las sociedades y las personas de procesar dicha información.

- La normativa y comportamiento del crecimiento y desarrollo económico están directamente ligados a esta dinámica científica y tecnológica.

- La relación de poder político también se mueve en función de las dos variables mencionadas.

- Producto de todo lo anterior, el mundo de hoy demanda y conlleva una mayor comunicación e interacción entre actores y/o personajes en diferentes partes del mundo, con lo cual se requiere incorporar a las personas y sociedades a una forma de comunicación global.

Dicho lo anterior, y considerando aquella premisa de que la educación debe “Preparar a las personas para la vida”; para enfrentar y resolver las situaciones reales que enfrentarán los estudiantes en su mundo adulto en lo ciudadano y profesional, podemos decir entonces que existen aquí en estos detalles algunos elementos orientadores para identificar y desarrollar herramientas que deben ser parte del ADN de los profesionales que se formarán para los próximos 50 años y que se encuentran actualmente en las aulas escolares.

Ya hemos indicado en otras ocasiones lo apasionado y complejo que resulta un análisis pormenorizado de los currículum escolares, tanto en el nivel básico como en nivel medio e incluso en varios contextos de la educación superior. Por tanto, en esta oportunidad, vamos a referirnos solo a aquellas competencias que debe aportar el sistema educativo para cumplir con esa máxima de preparar a los jóvenes para la vida y debemos agregar, para una vida dentro de un amplio y complejo mundo globalizado.

Entonces, en este mundo con mucha incidencia de la virtualidad, que permite una comunicación e interacción en tiempo real, a pesar de las diferencias de usos horarios y que esta interacción se da a nivel de Gobiernos, empresas, la academia, etc. y, por lo tanto, desde allí se definen las aristas económicas, científicas, tecnológicas, políticas y sociales en el mundo entero; en razón de lo cual debemos tener presente que solo podrán participar de forma efectiva en ese mundo aquellos países, sociedades o personas que cuenten con esa capacidad de comunicar e interactuar en base a las dos competencias precitadas.

Para ello es fundamental entonces la incorporación efectiva en el quehacer educativo de estas competencias transversales fundamentales; nos referimos al dominio de las tecnologías de información y comunicación (TIC) y al idioma inglés, por ser este el idioma universal del comercio, la ciencia, la tecnología y la política.

Por supuesto que, al centrar este artículo solo en estas dos competencias transversales, no estamos desconociendo, al menos otras 10 que han sido señaladas y sustentadas por los expertos para la efectividad del proceso educativo, pero queremos enfatizar en estas dos, por su aplicabilidad en los países en desarrollo como el nuestro y porque estas son instrumentales y habilitantes al mismo tiempo; es decir, su adquisición y dominio contribuyen y facilitan la adquisición de las otras a través del proceso de aprendizaje a lo largo de la vida.

Por lo tanto, en esa dimensión de la educación como Derecho Humano, cobra más fuerza y relevancia la pertinencia, coherencia y eficacia que los sistemas o procesos educativos aporten a los jóvenes para enfrentar ese mundo globalizado con la mayor posibilidad de éxito, en donde ambas competencias, tecnología de información y comunicación (TIC) e inglés, son determinantes.

Una última reflexión, para que se comprenda con mayor precisión lo que estamos planteando en este escrito, es señalar que no se trata simplemente de incluir nominalmente en el plan de estudios las asignaturas de inglés y tecnología de información y comunicación (eso, probablemente, está hace rato), se trata de asegurar que, efectivamente, los estudiantes logren apropiarse de ambas competencias; eso demanda mucho más que la inserción nominal en el currículum, demanda criterios y estrategias metodológicas, recursos para concretar esos aprendizajes y, sobre todo, una forma efectiva de verificar de forma independiente y por instancias competentes para ello, que los estudiantes, en efecto, han logrado apropiarse de las mencionadas competencias transversales.