Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
- 03/01/2020 00:00
Balance y retos
Un cierre de año que evidenció la profunda crisis institucional que impera en el país. El año finaliza con los intentos de goles de las diversas autoridades en su afán de usufructuar de las arcas del Estado, en referencia el caso de la contratación directa del Meduca para la compra de uniformes y útiles escolares por $16.2 millones, con aparentes sobrecostos; los $60 millones entregados a FCC-Carlos Slim en consultorías para el IDAAN, a pesar de que esta compañía ha estado implicada en casos de corrupción. En seis meses de gobierno han sido varios los casos de posibles actos de corrupción, obligando a Nito a suspender la acción, claro está no por la fiscalización de las autoridades sino por la denuncia del pueblo.
El año finalizó con un mes sangriento, la masacre del centro penitenciario La Joya donde pierden la vida 14 jóvenes. Un hecho sin precedentes, que devela que no existe un plan de seguridad en el país, donde además medios de comunicación social han señalado la responsabilidad de miembros de la Policía Nacional. Los feminicidios en el país es otro de los resultados de la violencia y de la falta de medidas preventivas. Solo en el mes de diciembre, 8 mujeres fueron asesinadas. La delincuencia se toma las calles, ante un sistema y autoridades ineficaces.
La conducta del Ejecutivo fue cuestionada por amplios sectores sociales, quienes a 30 años de la invasión de los Estados Unidos a Panamá exigen que el 20 de diciembre sea declarado día de duelo nacional, en honor a las víctimas y para dejar plasmado en la memoria histórica de nuestro pueblo, tan alevosa afrenta a la soberanía nacional.
El gobierno de Cortizo emitió una resolución que declaraba día de duelo nacional, que resultó una vergüenza nacional y un irrespeto a los desaparecidos, en la medida; y a pesar de lo que establece el Código de Trabajo se tuvo que trabajar y tampoco se suspendieron actividades festivas ese día.
Un año envuelto en clientelismo, nombramiento de familiares y amigos en puestos de jerarquía por parte de ministros, directores, magistrados y diputados.
Para cerrar, el 31 de diciembre Nito da a conocer el ajuste de salario mínimo, favoreciendo al sector empresarial. En el Decreto Ejecutivo 424 se fijan tasas de ajuste entre 1% a 3.3% (salvo Bananeras 8%), violentando el principio constitucional y el Código de Trabajo, que establecen que el salario mínimo debe cubrir las necesidades del trabajador y su familia. El ajuste además de no cubrir la pérdida del poder de compra de los salarios, también incrementa el número de salarios mínimos en el país al incorporar nuevas subclasificaciones, y mantiene dos regiones.
Mientras el PRD ajusta centavos al sector trabajador, entrega millones de dólares a empresarios evasores de impuestos, que adeudan millones de dólares a la CSS en concepto de cuotas que retiene a los trabajadores, pero no entregan a la institución. Esta es la conducta de un gobierno empresarial, que favorece la concentración de los ingresos para las minorías, profundizando la inequidad social.
Los retos en este 2020 son grandes. El gobierno avanza en fusionar la CSS-MINSA, a través del programa de enfermedad y maternidad ante recomendación del Banco Mundial; pretende imponer las reformas paramétricas al programa de IVM; se liberalizarán los precios de los alimentos en un mercado caracterizado por una estructura oligopólica en la distribución y la especulación que implicará aumento del costo de la vida; anunciada una ola de despidos injustificados tanto en el sector público como privado, que nada tienen que ver con el ridículo ajuste de salario mínimo. Como si fuera poco, anuncian un “dialogo de yo con yo” para empujar el paquete de reformas constitucionales que goza del aval de empresarios, partidocracia y seudoindependientes, donde imponen al PNUD como facilitador, es decir, “imponen el árbitro, los jugadores, las reglas del juego y hay que jugar en su cancha”, ya esto lo hemos vivido (Reformas al Código de Trabajo, CSS, Barro Blanco, etc.).
Es decir, se avecinan grandes confrontaciones sociales, de las cuales solo saldremos victoriosos con la lucha organizada del pueblo panameño; con claridad de la urgente necesidad de una asamblea constituyente originaria auto convocada, con plenos poderes que refunda el país.