Autobús esperanza

“Spes ultima dea”. Para los romanos, la esperanza es la última diosa que muere y, para los griegos, ésta continuó en su lugar cuando se liberaron todas las calamidades sobre el mundo. La esperanza suele encontrarse cara a cara con realidades en crisis y hoy pareciera ser un bien escaso frente a su contrapunto, el desaliento, porque rápido se ha perdido para muchos luego de la emergencia sanitaria y la ralentización económica, y los más jóvenes han padecido la incertidumbre de pensarse en un mañana que pareciera no tener sentido.

“Crisis” es una palabra de apenas seis letras que se acompaña con otra más áspera y prolongada: “perplejidad”. Sobre todo, cuando azota la confusión a escala global y castigan diferentes formas de inseguridad en los últimos años, desde la falta de siembra o comida hasta una estela de calamidades climáticas inusitadas. “Esperanza”, en cambio, es una palabra sobrecogedora que significa mucho más en sus nueve letras y que se hace necesaria cuando la velocidad e intensidad de las crisis aumenta y atropella.

Escribí pensando en los más pequeños, en cimentar algo mejor que esta dosis de desconcierto del presente. Conducirlos a través de la imagen de un autobús que va a su destino cargado solo con palabras de esperanza, el “Autobús esperanza”. Los poemas suben a él anhelando que no termine la posibilidad de la alegría, del gozo de sentir y emocionarse junto a otros que también acompañan el viaje y que llegan a un destino, pero no el único, porque la esperanza seguirá girando como las ruedas del vehículo que la lleva. Ese vehículo está en cada uno, en cada ser capaz de mantenerla viva en el viaje.

En este tiempo, ante un itinerario repleto de dificultades de todo orden, toca resguardar la imaginación y la fantasía, capacidades humanas indispensables cuando se trata de existir y sobrevivir, así como el amor y la compasión son brújulas para caminar en la tribulación.

El poemario Autobús esperanza ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil “Carlos Francisco Changmarín 2022” y será presentado el 17 de agosto de 2023, a las 5 de la tarde, Salón Trenzado del Atlapa, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Panamá. Este acto contará con las palabras y comentarios de una abuela con un compromiso político infatigable: la señora Teresita Yániz de Arias, ex diputada de la República, máster en Ciencias de la Educación y abuela de seis (6) nietos y cuatro (4) nietas.

“Spes ultima dea”. Esperanza, la última que ha de irse, para que los más jóvenes se reconozcan poseedores de futuro, sabiendo que ese mañana no se ha perdido antes de llegar.