El barrio de Chualluma en Bolivia, es único en la ciudad de La Paz ya que todas sus paredes están pintadas de colores que resaltan los rostros de las cholas,...
- 15/03/2020 04:00
Austeridad gubernamental
En un país con un índice de desempleo preocupante, trabajo informal en ascenso, crecimiento económico modesto que contribuye poco a nuevos empleos formales y recursos para suplir muchas necesidades de nuestra población, etc. es indispensable practicar medidas de austeridad gubernamental.
Hay actualmente esfuerzos en ese sentido, pero hay más que hacer.
Nuestro presidente, Laurentino Cortizo, ha sido claro sobre el tema y en lo particular él ha dado muestras de ello. No lo conozco personalmente, pero sus intervenciones me indican una persona con gran sensibilidad social, ausente de nuestras presidencias en muchas décadas.
Hay raicillas crecientes que hacen percibir desobediencia en ese mandato y peor aún, percepción de actos que pueden ser calificados como corruptos.
Creo que Contraloría y los servidores públicos honestos y comprometidos tienen mucho que aportar en este esfuerzo.
Hay un Código de Ëtica del Servidor Público que debe cumplirse.
Presidente, revise una serie de autoridades cuyo impacto en la sociedad es débil frente a las inversiones financieras que allí se hacen.
Se ha fragmentado demasiado el Gobierno, imitando otras naciones con problemas más complejos Y CON MUCHOS MÁS RECURSOS.
Se ha debilitado la autoridad de algunos ministerios sensibles de nuestra nación en materia de la seguridad social.
Reduzca personal y reubíquelos en áreas de más necesidad.
Se pueden establecer leyes de urgencia nacional, transitorias, para esas decisiones.
Cada vez que fragmentamos un Gobierno, creando más y más instituciones no útiles, se levantan reinos de taifas, con sultanes que se creen muy apartados de sus lineamientos.
Revise ese tema.
Verificar temas de embajadas en países que, más allá de lo protocolar, poco representan para nuestra nación.
La austeridad impone una embajada o consulados para varios países como lo hacen otras naciones.
Si el crecimiento económico lo permite y se satisfacen necesidades básicas de nuestro pueblo, podrían retornar esas representaciones a esos países.
Esas naciones deben entender nuestras políticas de austeridad en tiempos de economías muy frágiles.
Algunos organismos internacionales y pactos deben renovarse, pues mantienen aún políticas de obsolescencia, no acorde a épocas de crisis económicas y pobreza.
Revise con lupa, viajes innecesarios. Se abusa de ellos.
El trabajo nacional exige estar aquí, día a día, salvo reuniones que garanticen inversiones al país o aprendizajes significativos para mejorar el desempeño gubernamental. Viajes y viajes desde décadas atrás y no veo impacto en mejoras del servidor público en general.
Cómprese autos de trabajo y no para oficinas congeladitas.
El servidor público que, con objetividad comprobada, no cumpla sus funciones y signifique un gasto al presupuesto, se le destituya.
No importa su jerarquía ni filiación partidista.
Hay otras salidas del erario no justificadas a replantear.
Se trata de fortalecer la imagen gubernamental muy necesaria cuando se le solicita a nuestro pueblo ser cuidadoso en sus gastos.
Hoy surgen situaciones imprevistas, como el coronavirus, que ya exigen partidas adicionales para su manejo. Su impacto en la economía mundial es oscuro en estos momentos. Puede afectar nuestro presupuesto nacional y familiar.
El cambio climático sigue dando sorpresas.
Este es un quinquenio de combate frontal a la corrupción, de esperanza ante tantas frustraciones acumuladas. De máxima transparencia gubernamental, para que nuestro pueblo no caiga mucho más, en una violencia social existente.
Esto se aplica a los otros órganos: Legislativo y Judicial.
Quizás los ahorros sugeridos puedan no ser significativos, pero permite usarlos en sectores tan necesitados como la salud y la educación.
Eslogan conocido: “Saca la cuenta y date cuenta”.
Estoy convencido desde mi inscripción como fundador de los valores democráticos y transformadores de mi partido.
Actuemos como estadistas.
“Díganme lo malo, que lo bueno ya lo sé”, Omar.