• 18/10/2013 02:00

‘Nada que ocultar’: estética del alma

La representación en el texto poético de un panorama de nuestra existencia concreta, plenamente vivida y vívida proyectada en imágenes, ...

La representación en el texto poético de un panorama de nuestra existencia concreta, plenamente vivida y vívida proyectada en imágenes, con todos sus males, goces y condiciones enajenantes, así como el permitirse con mucha valentía subrayar el poder de la poesía y el arte más puro con sus valores axiológicos de tipo afirmativo frente a toda una cultura, se revelan de manera elocuente y sin ambages ni tapujos de ninguna especie en la obra toda de la excelente poetisa panameña, Gloria Young. Desde sus primeros pinitos poéticos en poemarios como Laberinto, Hotel, Fiebre, pasando por Desatado el corazón hasta Nada que ocultar, su más reciente obra publicada en España por la Editorial Doce Calles.

En este último poemario, obra de verdadero arte, cuasi obra maestra, son notorias, ya que se reflejan de manera transparente a través del espejo del alma, todo dicho con palabras cristalinas y precisas, llamando a las cosas por su nombre, las fases fundamentales que el Yo poético desarrolla para alcanzar un estado superior del Ser, definido por el conocimiento ontológico de las cosas que están más allá del simple mirar y del sí mismo-misma, que es también el otro-otra, a pesar de las circunstancias sociales opresivas de carácter patriarcal que desde su génesis han imperado a través de la historia de la humanidad.

Todo esto enunciado y denunciado en el texto que hoy, por falta de espacio, o rigor editorial, comentamos de manera un tanto superficial en esta breve reseña, pero, tratando de captar la esencia vital que se proyecta como un modo de vida superior y que a la vez se opone a la doble moral de la cultura, al mismo tiempo que la autora, desnudamente humana, expone su estética del alma, aunque esa exposición de la belleza total signifiquen desgarramientos interiores que podrían llegar más allá del dolor, más allá del bien y del mal; pero, sabido es, que así como todo arte es un oficio, también es sinónimo de sacrificio, y, Gloria Young, rebelde hasta la temeridad, hace su catarsis en aras de alcanzar su estética del alma proyectando un mensaje luminoso a sus congéneres, sin distinción de sexo, raza, color o credo, a través de Nada que ocultar, obra de carácter universal que trasciende toda frontera.

En resumen, obra total.

Aún cuando Jacques Prevert escribe que la poesía no se define, porque definir es concretizar y concretizar es inmovilizar, nos atrevemos a decir, que: Fuerza de invención y a la vez mucho realismo, fogoso arrebato, éxtasis delirante, sorprendente originalidad y osadía, exquisita sensibilidad, elevación o gracia, riqueza y novedad de expresión, así como encanto indefinible es lo que percibimos en Nada que ocultar, libro sobre el que se ha escrito y dicho mucho y nunca será suficiente, pero lo cierto es que con esta obra, Gloria Young se encuentra en el pináculo de su carrera artístico-literaria, y, sin duda alguna, aún tiene mucho que ofrecernos.

ESCRITOR NICARAGÜENSE.

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