• 06/10/2023 00:00

Entre agua-cero y agua-estrés

[...] el globalizado e inestable vaivén de aguas nos afecta. Las barriadas llevan la peor parte de inundaciones. Además, sus protestas ante el desigual acceso al agua dulce, a menudo llevan al cierre de calles

Desde que el territorio de Panamá emergió del océano para convertirse en 'puente del mundo', sigue siendo favorecida con buena liquidez y riqueza hídrica.

Bordeada por dos océanos, es el quinto país del mundo en niveles de precipitación . Sin embargo, el globalizado e inestable vaivén de aguas nos afecta. Las barriadas llevan la peor parte de inundaciones. Además, sus protestas ante el desigual acceso al agua dulce, a menudo llevan al cierre de calles. Hace cinco años, el director del Idaan condenó el uso de piscinas plásticas como una “epidemia en los barrios marginales”.

Por otro lado, nos falta ética sobre la utilización del líquido. Cada verano, la aparición de vacas flacas por sequía coincide con las “mojaderas” del carnaval. Esto incluye un fulano “en fuego” (con Seco en mano) entonar 'agua-que-me-quemo'. Aunque el derroche sea con agua de río, abastecido por tanques cisternas, las mojaderas no ejemplarizan expresiones de reverencia. Tomemos consciencia. El 25% de la población mundial enfrenta un “estrés hídrico extremado”.

Frente a nuestro programado “ego-istmo”, recordemos a Roberto Ledesma cantar, “Bájate de esa nube y ven aquí a la realidad...”.

Brasil, Rusia, Canadá, Indonesia, China y Colombia son los seis países del mundo que acaparan la mitad del suministro de agua dulce. Panamá aparece listado en la posición 18.

Algunas tradiciones orales africanas sostienen que, “de Yemayá nació la vida, reina universal en donde alta mar y agua dulce es madre de todo lo creado”. La letra M (número 13 del abecedario) simboliza el agua sagrada. Cabe mencionar que Etiopía, con un calendario de 13 meses, fija su año nuevo cada septiembre 11, fecha que finaliza la intensa temporada lluviosa.

En Libia, país donde más del 90% del territorio es desierto, Muammar Gaddafi introdujo un plan maestro de agua potable. Años antes de la recién devastadora tormenta mediterránea que provocó inundaciones mortales, Gaddafi engendró el proyecto de irrigación más grande del mundo: un río artificial o red de tuberías y acueductos desde antiguos acuíferos subterráneos hasta la costa de Libia.

Un océano (del otrora mar Sahara), con 50 metros de profundidad y 3,000 kilómetros cuadrados, era hogar de criaturas marinas gigantescas.

Por otro lado, el ingeniero Moses West inventó una máquina que absorbe calor del aire, haciendo que la humedad se condense en agua. También conviene introducir plantas de desalinización o desalación a base de energía solar que elimine las sales disueltas del mar.

Hace 25 años, una sequía prolongada impulsó al gobierno de Israel hacia la desalinización de agua del mar. Últimamente, el 85% del agua potable, para su población de nueve millones de personas, se produce mediante la desalinización.

El aumento del nivel del mar, ante los glaciares y capas de hielo derretidos, no representan una amenaza para volver a sumergir nuestra preciosa S acostada.

Pero las islas de la comarca Guna Yala sucumben bajo los efectos de un cambio aterrador.

Los expertos determinarían si se suplementa el Canal de Panamá con tecnología avanzada para succionar inmensas cantidades de aguas desalinizadas del Mar Caribe; y auxiliados por sistemas de bombas que ofrecen caudales por más de 7,000 galones por minuto.

A propósito de las vacas flacas por sequía, podríamos adaptar el ejemplo de Gaddafi, accediendo a las aguas subterráneas del Arco Seco en las provincias de Herrera, Los Santos y Coclé. Esa región tiene un tremendo potencial hídrico. ¿En la abundancia de aguas, los ganaderos están sedientos?

En nuestro planeta acuoso, tenemos otro desafío para eliminar la dependencia de combustibles fósiles a través del hidrógeno. Esta molécula del agua es el elemento más abundante del universo. Y, aunque los motores de combustión interna de hidrógeno generan menos energía que sus homólogos de combustibles fósiles, debemos invertir en su perfeccionamiento.

De acuerdo a dudosos pronósticos, estamos viviendo los últimos días en la antesala de un diluvio universal. Y ante la última cifra del ánfora de la fortuna, desde un carro alegórico se escucha el siguiente grito: “Sálvese quien pueda”.

¡Qué va! “No hay cama pa' tanta gente”. La capacidad en el Arca de Noé, según el relato mítico, se limita a ocho personas.

Filósofo y escritor
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