La administración y supervisión educativa

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró, a través del Decreto Ejecutivo N.º 489 del 16 de marzo de 2020, al COVID-19 como pandemia mundial, por la que, a partir de esa fecha, se confrontaron situaciones difíciles, que pusieron en peligro nuestra salud, por el elevado riesgo de contagio.

En esas circunstancias adversas que se vivieron como consecuencia de la pandemia del COVID-19, se hizo necesario desarrollar la máxima capacidad como administradores de la educación superior para enfrentar y resolver las adversidades presentadas de salud y, sobre todo, cumplir con la continuidad de la educación.

En Panamá, y en todos los países del mundo, se vivió una situación similar en lo que a educación se refiere. Las preguntas son más que las respuestas. Hasta qué punto la vuelta a la normalidad se pueda recobrar todo lo que se ha logrado durante años y años. La preocupación de los directivos de la educación superior ante esta situación desprovista obligó a aplicar estrategias previsibles, a buscar salidas, por medios virtuales disponibles en el momento.

Así, por ejemplo, en el Ciberencuentro Mundial de Docentes, con la participación de 300 docentes, de 21 países de los cinco continentes, debatieron durante más de 3 horas sobre la realidad actual de la educación en el ámbito del COVID-19 y lo que vislumbran para los próximos tiempos. Todos coincidieron en la necesidad de que los profesores se encuentren en un espacio de diálogo para acompañarse e intercambiar experiencias y así, enfrentar juntos la crisis. Además, las palabras más escuchadas en el encuentro fueron las siguientes: creatividad, flexibilidad, responsabilidad, tiempo, empatía, solidaridad, aprendizaje colaborativo, esperanza y oportunidad.

En las actuales circunstancias adversas que se viven como consecuencia de la pandemia del COVID-19, necesitamos desarrollar nuestra máxima capacidad de afrontamiento para adaptarnos a una nueva “normalidad” (RESILIENCIA), con muestras de capacidad que le permita afrontar y resolver las adversidades con disposición de cumplir con las exigencias de preservar la salud.

Por otro lado, la ONU (2021) considera que hay que fortalecer espacios en diversos formatos y modos de participación para la reflexión y el diálogo entre personas y comunidades a nivel local y global. También, hay que consolidar, dinamizar y ampliar la diversidad cultural en un ámbito académico permanentemente transformador.

Otro de los retos fundamentales de la educación superior en pospandemia es lograr superar la brecha digital, haciendo frente a los obstáculos económicos y a los diversos tipos de discriminación social que permitan disminuir el fenómeno de la exclusión.

En conclusión, para la administración y supervisión de la educación superior en pospandemia se requiere de una mezcla equilibrada proveniente del trabajo en equipo y sobre todo que el administrador aplique los procesos y estrategias con tendencias innovadoras, con creatividad de reingeniería por el futuro de una sociedad con competencias de eficiencia y calidad.

“La Educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy”, Malcom.