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Bajo el lema de “Virtud, Ciencia y Caridad” el Colegio San Agustín de Panamá cumple 70 años desde su fundación.
La historia en Panamá de la Orden de los Agustinos Recoletos se remonta a inicios del Siglo XVII, desde cuando han marcado una huella significativa en nuestro devenir. Sin mencionar muchos otros hitos relevantes, destaco la fundación de la Iglesia y Convento de San José en Panamá La Vieja y su posterior traslado al Casco Antiguo; el rol del P. Bernardino García en dos momentos trascendentales, al tener el honor de bendecir la primera bandera panameña en 1903 y ser el último confesor de Victoriano Lorenzo y luego de su fusilamiento asumir con valentía la defensa de su honra; la presencia misionera en Bocas del Toro, que justo este año cumple 60 años, con el recuerdo a los obispos Martín Legarra y José Agustín Ganuza.
Con la intención de expandir su misión los Agustinos Recoletos se fijaron la meta – ambiciosa en aquella época - de fundar una institución educativa orientada bajo las enseñanzas de San Agustín.
Para 1953 obtuvieron la autorización del presidente de la república José Antonio Remón Cantera y el ministro de Educación, Víctor Cruz Urrutia. Así, el 7 de mayo de 1954 se inauguró el Colegio en la sede original (hoy Palacio Bolívar), con 204 estudiantes matriculados. En todos estos avatares son de grata recordación, entre otros, los empeños de los sacerdotes Rogelio Barasoain, Benjamín Ayechu, Rafael Suso y Eduardo Rasquín.
El recorrido de la familia agustiniana en torno al Colegio San Agustín a lo largo de estos 70 años ha sido provechoso y extenso. A propósito de la celebración de este aniversario, el colegio, la Asociación de Padres de Familia y los exalumnos organizaron un festival con múltiples actividades, entre ellas, un encuentro de generaciones.
Con el entusiasmo de los exalumnos Temy Cuoloris, Francisco “Pancho” Fong y Javier Araúz se organizó un conversatorio intergeneracional y bajo la moderación de Virginia Cedeño de Barrios participamos, para abordar diversos temas, representantes de distintas promociones: 1963 (Pablo Villalobos) sobre la mudanza del CSA de San Felipe a Paitilla; 1987 (Eduardo Quirós) tiempos de luchas contra la dictadura militar; 1994 (Marleny Araúz) la llegada de las niñas al Colegio con la educación mixta; 2005 (Juanxo Villaverde) la mudanza de Paitilla a Costa del Este y 2020 (Jhuliann Vega) la vida estudiantil durante la pandemia. Todo esto lo hicimos acompañados por el P. Francisco Lopeandía, el sacerdote que más años ha servido en el Colegio San Agustín en Panamá, sacando las cuentas, “solamente” 41 años.
Por supuesto, que fue una experiencia emocionante y llena de alegrías, en la que salieron a relucir los nombres y recuerdos de tantos educadores que han formado a generación tras generación, entregándole al país muchísimos buenos ciudadanos, profesionales, padres de familia, etc. Raimundo Velotti, Ana Cecilia Plicet, Pablo González, Arturo Touriño, Juventina de Tuñon, Marjorie Franklins, José Colón García, Julio Ulloa, Eustaquio Tuñon, Carlos Miranda, Carlos Samaniego, Alicia Espinoza, Gonzalo Molina, Jorge Chorres, Abel Ricord, Margarita de Ortíz, Maribel de Gaona, Aurita de Aronne, el gran Gustavo Haskins y el casi centenario Max Domínguez (quien participó en las celebraciones con un mensaje esperanzador). Y, muchos otros, que serán incluidos cuando se escriba la historia actualizada del Colegio San Agustín en Panamá.
Para mis compañeros fue una experiencia de renovación, nos reencontramos y nos compartimos anécdotas, algunas casi olvidadas y otras muy presentes que marcaron nuestras vidas de manera que, ya adultos, sabemos agradecer al alma mater esas enseñanzas.
Aquella formación, rigurosa en lo académico y fuerte en los valores, fue en las aulas de clases, pero también en los pasillos y en el ejemplo, para que miles de panameñas y panameños egresados del Colegio San Agustín tengamos como ideal el triunfar, cumpliendo siempre el deber y “con paso firme y seguro hasta la cumbre ascender”.