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Los jardines experimentales de la antigua Zona del Canal: modelo de sostenibilidad ambiental y resiliencia
- 17/06/2023 00:00
- 17/06/2023 00:00
El Canal Zone Experiment Gardens, lo que hoy conocemos como parque Summit, fue una excepcional institución que cambió la fisonomía del paisaje natural y ambiental del país luego de su puesta en marcha. El proyecto reunía a agrónomos, horticultores, botánicos, paisajistas y científicos con el fin de cultivar e introducir especies tropicales ornamentales y de cultivo para la recién creada Zona del Canal. También fue el vivero para la construcción del paisaje urbano arbóreo y ambiental característico de la antigua Zona del Canal. Incluso fue un experimento global con el fin de reunir en este espacio una muestra de la colección de especies tropicales existente en las regiones cálidas y sub-tropicales. Si bien las condiciones climáticas y riqueza natural del país es generosa, mucha de esta diversidad se expandió desde entonces.
Summit Gardens se inició en 1921 con Holgar P. Johansen. La institución del gobierno de la Zona del Canal combinaba las características de estación experimental agrícola y jardín botánico. En julio de 1923 se completaron los trabajos de edificación de los invernaderos para la introducción de plantas. Se despejó la tierra, se aró el primer campo y se preparó el lugar para la plantación en el sitio. Las primeras semillas y plantas se obtuvieron luego de un viaje del director al Departamento de Agricultura en Washington D.C. y una donación del intendente del distrito de Pedro Miguel. También se recolectaron semillas y plantas de la flora local con fines de propagación, y de otros lugares como Costa Rica en 1923. Para ese año, la colección comprendía al menos 500 especies representadas por muchos miles de plantas jóvenes (Annual Report of the Canal Zone Plant Introduction, 1923-24).
Entre la muestra se encontraban fibras como el abaca –procedente de Filipinas– y el caucho; diferentes variedades de cítricos, mangos, aguacates, piñas, bananas; forrajeros, vegetales, cereales, leguminosas, silvicultura y plantas medicinales. Se distribuyeron aproximadamente 2.000 plantas, tanto ornamentales como arbóreas y frutales, y en varias fincas se realizaron brotaciones y podas por parte de empleados de los jardines. En 1925 se realizaron viajes a Ecuador, Colombia, Cuba y Jamaica con el fin de importar semillas y plantas. De igual manera se realizaron intercambios con la expedición Allison Armour hacia las Indias Orientales, patrocinada por el Departamento de Agricultura de EE.UU. y dirigida por David Fairchield en 1928, con el propósito de recolectar semillas y plantas de todas las especies, ya sean cultivadas o en estado natural, para ser sembradas en EE.UU.
La demanda de plantas aumentó rápidamente, tanto por parte de los habitantes de la Zona del Canal como de Panamá. Los jardines, sin embargo, fueron capaces de atender la demanda, cultivando plantas jóvenes en grandes cantidades, dedicando cuatro invernaderos además de varias hectáreas en el campo para trabajos de vivero. Numerosas dificultades tuvieron que ser contrarrestadas, como la falta de mano de obra para el trabajo de propagación vegetal y cuidado de las plantas. La Zona del Canal se proyectaba esencialmente como una región frutícola en vez de cultivos extensivos a gran escala.
Los industriales visitaban a menudo los jardines para conocer los experimentos de los agrónomos del gobierno de la Zona en el cultivo de madera de teca, caucho, abacá para el cáñamo de manila, drogas medicinales y se quedaban para maravillarse ante el extraño despliegue de curiosidades de la naturaleza que el hombre ha reunido en este jardín de los trópicos (The New York Times, 20 de noviembre de 1938). Walter Lindsay, su posterior director, había nacido en Hawái e introdujo plantas desde dicho archipiélago volcánico así como una devoción al cultivo de orquídeas. Como resultado, las plantas ornamentales, que tanto llaman la atención de turistas y visitantes, asumieron un carácter más instructivo y variado. Existía una oportunidad para establecer en Panamá todas las mejores plantas tropicales de las tierras bajas y probar nuevas plantas que pueden contribuir materialmente a la riqueza de esta y otras partes de América Central.
La creación del jardín botánico también coincidió con la presencia en Panamá de William Lyman Phillips quien trabajó para el gobierno de la Zona del Canal como arquitecto paisajista. Philips había asistido a la Universidad de Harvard en 1910, graduado del recién creado programa que combina la arquitectura, el diseño, la ingeniería civil, las artes, la horticultura, la geología y muchas otras disciplinas necesarias para manipular los paisajes naturales y mejorar tanto su utilidad como su belleza. Había una necesidad de arquitectos paisajistas debido a las vastas extensiones de tierra que tenía EE.UU. y que aún no se habían cultivado adecuadamente a principios del siglo XX. Faith Reyher Jackson, en el libro Pioneer of Tropical Landscape Architecture describe: “Phillips podría haber sido el único hombre en el istmo que entendió la importancia de hacer una ciudad tropical visualmente armoniosa que reflejara el ritmo y el estilo de vida en América Central”. Fue el creador del Fairchild Tropical Botanic Garden de Miami y se le acredita como el artífice de la fisonomía paisajística del sur de Florida.
Los valores educativos y recreativos del Summit Gardens fueron reconocidos por los habitantes del istmo desde sus primeros cinco años, pues encontraban muy pocos lugares para visitar y asistían en número cada vez mayor. Los jardines comenzaron a atraer la atención de visitantes a medida que las especies de árboles y plantas de cultivo comercial en los trópicos se fue incrementando y el florecimiento de especies tropicales raras e inusuales se desarrollaron hasta la madurez.