Nase y el hueco financiero de $53 millones

La Superintendencia de Seguros y Reaseguros de Panamá ordenó la liquidación forzosa de Nacional de Seguros (Nase) de Panamá y Centroamérica, S.A., por un hueco financiero de $53 millones. Así lo estableció en la resolución Nº. JD-002 del 16 de febrero de 2023.

La empresa no solo mantenía una insuficiencia en su patrimonio, sino que además enfrenta un número plural de procesos judiciales, incluso algunos con sentencias en su contra, con ninguna posibilidad de poder retribuirlos dado el deterioro de la condición financiera.

El 20 de octubre de 2022, la Superintendencia ordenó la toma de control administrativo de las operaciones de la aseguradora para resguardar los intereses de los asegurados, los colaboradores, los proveedores y los reasegurados, entre otros, por un periodo de 30 días.

Sin embargo, se hizo necesaria la extensión del término para que los administradores interinos concluyeran las revisiones que permitieran establecer el patrimonio real de la compañía de seguros. Así –el 12 de diciembre de 2022– se decretó una prórroga de 60 días.

En ese proceso, el administrador interino César Rafael Herrera estableció que la compañía de seguros mantenía un déficit en el patrimonio de $53 millones, al mes de diciembre de 2022, de acuerdo con el último balance presentado a la Superintendencia de Seguros y Reaseguros.

Esa insolvencia económica impedía ampliar las operaciones de la aseguradora y ofrecer nuevos productos, y también vulneraba las disposiciones legales de acuerdo con lo establecido en el informe final del administrador interino, que fue presentado el 23 de enero de 2023.

La administración interina también determinó la existencia de 54 procesos judiciales.

Había $14 millones en demandas de tipo civil y penal.

También había una deuda de $4,7 millones en cuotas de reaseguros (que es el seguro que usa la aseguradora para poder asumir más riesgos) por las pérdidas que se venían experimentando desde 2020.

Cuando se tomó el control administrativo de la aseguradora había 11 siniestros de fianzas en subrogación (siniestros aceptados por la asegurada y en ejecución por la misma). Y $28 millones en siniestros de fianzas por pagar.

“No es difícil concluir que la empresa es insolvente. Mantenerla operando en ese estado es contraproducente...”, señala el informe de la Superintendencia al que tuvo acceso La Estrella de Panamá.

El informe indica que la aseguradora no solo tuvo una deficiencia en los indicadores de solvencia, sino también en la paridad de las reservas e inversiones, al ser restados de su patrimonio los bienes embargados y parte de sus inversiones.

De acuerdo con la norma establecida, las aseguradoras que estén operando deben tener un capital mínimo de $5 millones.

Usando como argumento el deterioro financiero de la aseguradora, el administrador interino recomendó la liquidación forzosa de la aseguradora.

El ente regulador de los seguros y reaseguros también designó a César Herrera como liquidador de la empresa, cuyas funciones dependerán del superintendente de seguros y reaseguros y dará cuentas a la junta directiva del ente regulador.

Y suspendió por seis meses la prescripción de todo derecho o acción en donde sea titular la aseguradora y los términos en los procesos administrativos, salvo aquellos que persigan la ejecución de una prenda, hipoteca u otra garantía real.

La resolución también ordena que cesen de correr los intereses sobre las obligaciones de la aseguradora, que está en liquidación forzosa, con excepción de obligaciones garantizadas con prendas o hipotecas de bienes de la empresa.

Los asegurados, contratantes y beneficiarios y demás acreedores de Nase deberán comparecer a las instalaciones de la empresa y presentar sus reclamos debidamente sustentados.

Nase de Panamá y Centroamérica es una empresa que nació con la misión de ofrecer productos de seguros masivos (automóvil, accidentes personales, incendios, entre otros).

La empresa experimentó un dinámico crecimiento con la venta de primas de seguros de automóviles, por sus precios accesibles. Pero con el tiempo, las pérdidas sufridas en dicho ramo obligaron a la empresa a dejar de comercializar el producto. En el camino encontró un nicho de negocios en las fianzas.