“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
Iniciativa legislativa busca regular importación, fabricación y venta de medicamentos
- 07/02/2022 00:00
- 07/02/2022 00:00
La regulación de los precios de los medicamentos es un tema sensible y de interés nacional. En Panamá, los medicamentos tienen un precio tres, cuatro y hasta seis veces más que cualquier otro país del mundo.
Una prueba de que los panameños pagamos más es la Simvastatina que en Colombia cuesta $1.78 la caja; mientras que en Panamá, una unidad cuesta $1.60.
Bajo el argumento de una política de libre oferta y demanda, los fabricantes, distribuidores locales e internacionales, así como los comercializadores de medicamentos, en complicidad con algunos funcionarios, han creado una maraña que, según testimonios de los pacientes, evidencia el abuso de lo que consideran una mafia que pone en riesgo la vida.
Roger Barés, presidente y representante legal del Comité de Protección al Paciente y a Familiares, explicó cómo los distribuidores, que representan a los fabricantes de los medicamentos, en complicidad con los dueños de las farmacias, manipulan los precios.
“Cuando la Caja de Seguro Social (CSS) o el Ministerio de Salud (Minsa) convocan a una licitación de medicamentos e insumos, los representantes de los fabricantes causan un desabastecimiento al no competir o interponer recursos legales que frenan el proceso de compra obligando a las instituciones a comprar a precios muy altos”, agregó Barés.
Y, si la Caja del Seguro Social no compra los medicamentos, el paciente acude a una farmacia privada donde el costo es hasta siete veces mayor que antes en el mismo establecimiento como consecuencia del desabastecimiento, aseguró el representante de los pacientes.
Miguel Mayo, cuando fungió como ministro de Salud, reconoció el problema. “'No hay justificación para que los medicamentos estén tan caros en Panamá”.
En un mensaje que el exministro publicó en su cuenta de Twitter y que recogemos para esta publicación, Mayo establece la raíz del problema y plantea una solución.
… “La industria farmacéutica tiene que introducir sus medicinas a precios más bajos y los distribuidores y las farmacias mantener márgenes adecuados y no abusivos”, escribió.
José Luis Prosperi, especialista en salud pública, ha expuesto el tema en diversas ocasiones. En el artículo “Regulación de precios de los medicamentos que necesitamos”, publicado en su blog en enero de 2019, establece que el desabastecimiento es el detonante del alto costo de los medicamentos pues produce un desbalance que favorece a las farmacias privadas.
“Durante décadas la mafia de los medicamentos y sus cómplices en el sector público han hecho lo que les ha dado la gana con la salud de los panameños. Ha llegado el momento de ponerles un alto…”, dijo Omaira “Mayin” Correa, diputada de la Asamblea Nacional de Panamá.
Una iniciativa legislativa promovida por la diputada, Correa impulsa la creación de una Superintendencia General de Medicamentos para regular la actividad y acabar con la especulación de los precios de los insumos, estableciendo un margen justo de ganancia. La importación, la fabricación y la venta de medicamentos estarían reguladas por este ente.
En la exposición de motivos, la propuesta establece que la comercialización de medicamentos es una actividad económica que tradicionalmente ha estado en manos de particulares.
“Es una realidad que el precio de los medicamentos en Panamá es excesivamente oneroso en comparación con otros países, lo que redunda en perjuicio de la población más necesitada que muchas veces no puede adquirirlos”, cita el Anteproyecto de Ley 109 de la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social, que promueve la diputada.
La diputada Zulay Rodríguez también hizo referencia a los medicamentos. “Hay que multar y quitar licencia a quienes estén cometiendo oligopolio”, sugirió Rodríguez.
De acuerdo a la diputada, existen cinco empresas farmacéuticas que controlan el mercado de venta de medicamentos y un ente regulador que se presta para este negocio.
“Tenemos un Ministerio de Salud que a través de la dirección del registro sanitario pone mil trabas burocráticas para que no haya competencia de afuera, no tengamos medicamentos genéricos para que puedan los precios ser accesibles para beneficiar a esas empresas..”
Pero, según la Dirección de Farmacia y Drogas realizan ingentes esfuerzos para mantener los registros sanitarios de medicamentos al día. “En estos momentos no tenemos mora de los mismos lo cual debe incidir en el abastecimiento de medicamentos”, aseguró Elvia Lau, directora de Farmacia y Drogas.
En relación a la creación de una entidad rectora de medicamentos, Lau explicó que existe un Observatorio Nacional de Medicamentos, creado mediante la Ley 97 del 4 de octubre de 2019, que modificó la Ley 1 de medicamentos de 2001, que funciona como un órgano asesor de la Dirección de Farmacia y Drogas, que fortalece el suministro, trazabilidad y seguridad de medicamentos. Así mismo también se encarga de medir el comportamiento de estos en el mercado nacional e internacional.
Rosa Buitrago, decana de la Facultad de Farmacia, de la Universidad de Panamá, tiene una visión distinta. En su análisis considera que uno de los aspectos que más influye es la cantidad de personas para las que el país, hospital, institución u otros adquieren medicamentos.
La académica explicó que a menudo se comparan los precios de medicamentos del país con los de otros, entre ellos, España. Pero, en su criterio, “nunca serán comparables los precios de medicamentos entre estos dos países pues España cuenta con más de 47 millones de habitantes versus una población de alrededor de 4.5 millones”.
Otro punto que establece la docente es que las políticas de salud de ambos países difieren de forma notoria. España, por ejemplo, tiene un nivel de subsidio a los precios que puede superar el 50%.
En el caso de Colombia habría que destacar además de la población y diferencias en políticas sanitarias, la fuerte industria nacional. “Panamá cuenta con menos de una decena de laboratorios fabricantes, por lo cual depende casi totalmente de la importación para cubrir sus necesidades en esta materia. Todo ello establece fuertes diferencias en los precios de medicamentos”, concluyó la rectora de la escuela de farmacia más emblemática del país.
Buitrago recomendó propiciar la fabricación local de medicamentos de calidad, invertir en la formación de farmacéuticos para alcanzar la densidad de país como Japón que tiene 22 por cada 10 mil, mientras que Panamá tiene 8 por cada 10 mil, para mejorar los costos.
Entre otras cosas, la docente considera necesario robustecer la Dirección de Farmacias y Drogas en todos los aspectos.
La Cámara de Comercio Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) es de la opinión que los controles de precio terminan perjudicando al consumidor, el empleo y la inversión.
“Desincentivan la inversión, y crean distorsiones en los mercados que pueden llegar incluso a generar desabastecimiento de productos”, apuntó el gremios de empresarios.
La agrupación sugirió realizar un estudio de costos a lo largo de la cadena de abastecimiento en los países de la región de Centroamérica y el Caribe, que puede llegar a incluir países de Suramérica con condiciones similares a las de Panamá, y con esta información evaluar la realidad del mercado y entender los factores determinantes en el precio de los medicamentos, y en base a eso analizar alternativas que puedan llevar a una mejora en el costo.