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- 23/12/2021 00:00
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Oris Sanjur, subdirectora del Instituto de Investigaciones Tropicales Smithsonian (STRI), se ha caracterizado por una vida profesional y personal sustentada en los pilares de la ciencia, la educación y la equidad de género.
Sanjur, mujer y científica, lamentó las denuncias de acoso sexual a las que se vieron expuestas unas mujeres en la organización científica que incluso dirigió de manera interina en un periodo. Y reconoce que ha sido muy difícil asimilar que esto ha ocurrido en una institución a la que ella le debe mucho. “Les hemos fallado a estas mujeres”, expresó.
Pero, en medio de la crisis, también percibe una oportunidad para hacer cambios, mejorar y crecer, y evitar que este tipo de actuaciones vuelvan a repetirse.
Sanjur aseguró que la organización está tomando medidas para recuperar la confianza del mundo científico y ofrecer un ambiente laboral seguro y saludable.
Con respecto a la pregunta que me haces, de la publicación del jueves 9 de diciembre, teníamos conocimiento. De hecho, se nos había informado que iba a salir un artículo, que iba a relatar las historias de acoso de las que habían sido víctimas miembros de nuestra comunidad, mujeres.
Se tenía conocimiento de algunos hechos y se habían tomado medidas en algunos casos, por lo menos de los que conocíamos. Y como lees en el artículo, en dos casos específicos se tomaron medidas. Las personas ya no están en la institución.
Quiero reconocer que esta es una situación muy difícil, y no solo para la institución. Y reconocemos que hay que ser valiente para enfrentar este tipo de situaciones. Hay que reconocer que las mujeres que hablaron lo hicieron con mucha valentía. Y reconocemos el dolor y el impacto que esto les causó en su vida, como mujeres.
Este último año hemos estado en el proceso de hacer cambios en las estructuras. Por ejemplo, hemos trabajado muy de cerca en crear un plan antiacoso, que incluye a toda la comunidad. Hemos abierto un estudio en el que las personas puedan expresar sus inquietudes. Se han creado mejores canales de comunicación para que las personas puedan hacer reportes. Se han establecido contactos que puedan recibir esos reportes, pero todavía tenemos trabajo que hacer.
Queremos trabajar en más entrenamientos para que las personas puedan reportar este tipo de situaciones de manera más eficiente y crear un ambiente de confianza, donde todo el mundo, independientemente de su origen, de su creencia y de su género, pueda expresarse de manera abierta y segura.
Dada la política que sigue la institución, nosotros no podemos comentar casos específicos, personales. Lo que sí te puedo decir es que nosotros tomamos estos temas muy seriamente y estamos tomando las medidas para que este tipo de situaciones no se presente. La institución tiene procesos que se siguen, de manera que puedo decirte que se han tomado las medidas correspondientes a lo que procede de acuerdo con los procesos de la institución, y reconociendo que esta es una oportunidad para mejorar y para poder tener más transparencia.
STRI tiene en Panamá una trayectoria de más de 100 años, que se ha formado y forjado a través del trabajo de muchos investigadores y personal que apoya la misión científica. Es el trabajo de muchos hombres y mujeres que han puesto su esfuerzo para llevar la institución a donde está.
Es una institución que tiene un reconocimiento local e internacional. Cuando este tipo de situaciones se da, de manera tan dolorosa e impacta a las sobrevivientes, a la comunidad, a la institución, por supuesto que hay consecuencias. Está el tema de la confianza que es muy difícil de fortalecer, pero que es muy fácil que se rompa. Así que tenemos trabajo para establecer nuevamente esa confianza en el trabajo que hacemos.
Y reconocemos que hay impacto interno dentro de nuestra propia comunidad, y externo en el tema del prestigio de la organización. Ahora bien, de toda crisis, de toda situación difícil, uno tiene que aprender la lección y tiene que salir fortalecido. Y yo te diría que en este caso particular no le haríamos justicia a las sobrevivientes, que se expusieron, que se abrieron, que con tanto dolor hablaron de estos temas, si realmente como institución no tomamos las medidas necesarias para que esto no vuelva a pasar.
Es un proceso que no va a ser tan rápido. Quisiéramos y estamos trabajando lo más rápido que podemos en establecer esas medidas que nos permitan establecer un ambiente seguro, pero hay el compromiso. Lo que queremos es que la lección aprendida de STRI sirva para otras instituciones.
Sabemos que lamentablemente esto es algo que no ocurre solo en nuestras instituciones. Se ha dado en muchas otras, académicas y no académicas, y pasa en muchísimos lugares del mundo. De esta lección queremos salir fortalecidos. Queremos brindar un espacio para que otras organizaciones puedan tomar algunas de las lecciones aprendidas y establecer espacios seguros. El tema del acoso no tiene espacios en ninguna parte. No lo tiene aquí en STRI, no lo tiene en Panamá, no lo tiene en ninguna organización, no lo tiene en ninguna parte.
El tema del acoso se extiende más allá del tema sexual. Se extiende a cómo tratamos a las personas. Incluso hay temas de discriminación. Así que reconocemos el impacto que esto tiene en el prestigio de la institución. Asumimos la responsabilidad que nos toca como líderes.
Puedo decir que hemos identificado algunas cosas en las que estamos trabajando. Déjame decirte que estamos en el análisis de los resultados de una encuesta en donde se toma el pulso de lo que piensa nuestra comunidad sobre este tema. Y pensamos repetir esa encuesta con cierta frecuencia. Estamos evaluando los sistemas de las propuestas de becas, por ejemplo, que sean evaluadas de manera transparente y que quienes den su opinión del trabajo que van a hacer los becarios, lo hagan de manera clara y que no exista ningún tipo de oportunidades para que se den juegos de poder. Eso es importante.
Estamos trabajando en políticas más claras de cómo hacer reportes de cualquier tipo de acoso... Uno de los retos más grandes, que es lo que nos ha hecho fuertes, es ser una institución multicultural, multinacional, que recibe a personas de todo el mundo. Pero eso también tiene sus retos, es esa multiculturalidad. ¿Cómo manejas eso en espacios para que las personas se sientan seguras dentro de los esquemas culturales en los cuales viven?
Además, estamos estableciendo entrenamiento. Hoy hicimos algunas reuniones para tratar de establecer entrenamientos acerca del tema. Y mira que lo que queremos hacer es que generalmente esos entrenamientos se llevan en ambientes de habla inglesa. Hay pocos de esos en español. Así que queremos trabajar en este tema en español, que es un recurso que se use en Panamá. Estos son algunos de los pasos que hemos tomado hasta el momento, y sabemos que tenemos trabajo por delante. Una vez más, repito, no es algo que vamos a resolver de manera inmediata. Es un proceso que conlleva, como dice el artículo, revisar desde las cerraduras de las puertas hasta las infraestructuras que tenemos. También los procesos de selección de becarios, el acceso a información que lleva múltiples fases y niveles.
Yo he sido una persona –creo que la comunidad lo sabe– que ha trabajado muy fuerte en temas de equidad de género y en buscar espacios seguros tanto en ciencia como en educación. Siempre he creído, y lo he dicho abiertamente a través de mi trayectoria, que soy fiel creyente en la ciencia, en la educación y en la equidad. Esos son los tres pilares en los que he trabajado en mi vida personal y profesional. Como mujer, ha sido muy difícil leer estas historias, el poder reconciliarme con que eso pasa en una institución a la que le debo tanto. Y el sentir es que de alguna manera les hemos fallado a estas mujeres. No ha sido fácil. Dicho esto, creo que esto nos brinda una oportunidad para mejorar, para poder establecer mejores patrones y para crecer.
Lo que lamento enormemente es que esto se haya dado en las circunstancias que se dieron, que estas 16 sobrevivientes hayan tenido que salir a hablar de esta manera. No hubiésemos querido que esto pasase ni en el STRI ni en ninguna otra institución ni en universidades. Quisiéramos que hubiese una mayor conciencia sobre el papel que las mujeres jugamos. Y en el tema de las mujeres de ciencia, en donde soy una vocera de la importancia de la voz femenina y de que las mujeres tengamos espacios y que se nos respete nuestra opinión. Pero también que se nos respete nuestro cuerpo. Te puedo decir que ha sido una experiencia difícil. A nivel personal, yo que he sido una mujer muy abierta en estos temas, me gustaría poder ayudar a otras para que puedan sostenerse sobre mis hombros para que no les pasen este tipo de cosas.