Este martes 18 de marzo se llevó a cabo el sepelio del cantante panameño de música urbana Chamaco.
El artista fue asesinado de varios impactos de bala...
El presidente de Estados Unidos ha golpeado nuevamente en contra de los medios de comunicación financiados por los gigantes federales, entre ellos Voice of America (VOA), que cuenta con más de ocho décadas de trabajo en el que compartía información a países de todo el mundo como China, Corea del Norte, Rusia y Cuba.
En un comunicado, la Administración Trump declaró que así se “garantizará que los contribuyentes ya no sean responsables de la propaganda radical”. Según el diario español, El País, el mandatario ataca todo medio “que considere injustos porque no comparten su visión”.
En una orden ejecutiva firmada por el presidente norteamericano el pasado viernes, Trump eliminó de un solo golpe siete agencias federales entre ellas la que supervisaba VOA, la Agencia de los Estados Unidos para los Medios Globales (USAGM). Su cierre implica también la clausura de otras emisoras como Radio Free Europe, dirigida al Centro y Este de Europa; Radio Free Asia, destinada al este asiático, y Martí Noticias, transmitida en Cuba.
El sábado, todos los colaboradores de VOA, compuesta por más de mil empleados, descubrió por un mensaje de correo electrónico que, a partir de ese momento, entraban en baja administrativa. Poco tiempo después, los trabajadores perdieron el acceso a las aplicaciones de la empresa y a su correo electrónico. A quienes se presentaron en las instalaciones de trabajo en Washington DC, se les negó la entrada.
Voice of America (VOA) es la principal emisora internacional de los Estados Unidos, transmitiendo información en casi 50 idiomas a un público semanal de alrededor de 354 millones de personas. Genera contenido para plataformas digitales, televisión y radio, distribuyéndose a través de una red de más de 3.500 estaciones afiliadas.
La VOA fue fundada en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, inicialmente para contar historias sobre la democracia a la Alemania nazi. Según The New York Times, se considera una forma de “diplomacia blanda”, promoviendo los valores de la libertad de prensa de EE. UU. en países donde predominan fuerzas antidemocráticas.
“La eliminación unilateral de las funciones esenciales de una agencia establecida por el Congreso es un ataque al equilibrio constitucional de poderes. La USAGM, que incluye a Voice of America, es un elemento clave de la política exterior y la seguridad nacional de Estados Unidos”, expresó la Asociación Estadounidense del Servicio Exterior (AFSA) en un comunicado.
VOA ha mantenido su independencia, sin importar el gobierno en el poder. No obstante, el expresidente Trump criticó la emisora en varias ocasiones. The New York Times informó que, en meses recientes, la USAGM abrió investigaciones contra periodistas por criticar a Trump o hacer comentarios que parecían ser negativos hacia él. Según tres empleados de VOA que hablaron de forma anónima por temor a represalias, al menos un par de artículos que contenían críticas al presidente y su Administración fueron modificados o no se publicaron.
La decisión de Trump dejó en suspenso los planes previamente anunciados para la emisora. El presidente había propuesto a la ex presentadora de noticias Kari Lake para dirigir la VOA. Lake, quien perdió las elecciones al Senado de Arizona ante el demócrata Rubén Gallego, es conocida por haber denunciado falsamente el fraude electoral en favor de Trump en 2020.
La confirmación de su nombramiento se retrasó, ya que dependía de que el elegido por Trump para liderar la USAGM, el activista conservador Leo Brent Bozell III, fuera aprobado por el Senado.
Lake ya había expresado su descontento con el contenido informativo de VOA, proponiendo cambiar la línea editorial.
“A veces la cobertura ha sido excelente y otras lamentable. Estamos en una guerra de información y no hay mejor arma que la verdad. Creo que VOA podría ser esa arma”, afirmó en un discurso este mes en la Conferencia de Acción Política Conservadora, en Maryland.
Añadió que “no se convertirá en la televisión de Trump, pero sin duda no será TDS” (síndrome del trastorno de Trump), un término peyorativo usado para describir críticas consideradas irracionales hacia él. Aseguró que se puede encontrar todo el TDS que se quiera en medios como CNN, MSNBC, PBS, ’60 Minutes’, The Washington Post y The New York Times.