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- 30/05/2014 18:30
- 30/05/2014 18:30
La joven sudanesa Mariam Ishaq, sentenciada a la horca por convertirse al cristianismo, lamenta tener que amamantar a su hija recién nacida "con unos grilletes en las piernas y encerrada en una prisión" en un suburbio al oeste de Jartum.
En una entrevista telefónica con Efe, el esposo de Ishaq, Daniel Wani, aseguró además que ésta recibió "con alegría" a su nuevo bebé, aunque lamenta las condiciones en las que vino al mundo.
Wani, de origen sursudanés pero de nacionalidad estadounidense, celebró haber podido ver a su hija que nació el pasado miércoles entre las rejas de la prisión de mujeres de Omdurman, y expresó su confianza en poder seguir visitándola la próxima semana.
Las autoridades penitenciarias le otorgaron un permiso para que pueda visitar a su esposa dos veces por semana y con una duración de veinte minutos cada encuentro. Aclaró que tanto su esposa como la recién nacida "se encuentran en buen estado de salud y con la moral alta", a pesar de las circunstancias de su detención.
Anunció que habían decidido llamar a su hija "Maya", a la que describió como una "hermosa pequeña", y recordó que la recién nacida comparte celda también con su hermano Martin, de 20 meses.
Wani reveló los continuos intentos de los clérigos, que pertenecen a instituciones gubernamentales, de convencer a la joven para que vuelva al Islam, a pesar de que pesa sobre ella una sentencia a muerte en la horca.
"Mariam sigue insistiendo en su postura de que su origen siempre fue cristiano y pidió a la administración penitenciaria que no se la moleste con los repetidos intentos inútiles" de hacer que se declare musulmana, explicó a Efe el marido de Ishaq.
Reconoció también la existencia de presiones por parte de diferentes líderes religiosos islámicos para convercerla de que deje el cristianismo. "¿Cómo va a volver al Islam si nunca fue musulmana?. Su padre fue musulmán, es cierto, pero quién la crió fue su madre, que es cristiana", detalló Wani.
El esposo recordó que está a la espera de que el Tribunal de Apelaciones se pronuncie después de que el abogado del caso haya rechazado el veredicto y lo haya recurrido para, o bien revocar la pena o reducir el castigo.
"Tengo la confianza de volver a verla pronto en libertad", señaló. Daniel Wani se casó con Mariam Ishaq en una iglesia católica en Jartum hace tres años y la pareja tuvo a su primer hijo antes de que comenzase el proceso judicial.
No obstante, el juez que la condenó a muerte, declaró nulo el matrimonio, ya que las leyes de la "sharía" (ley islámica) no permiten que una mujer musulmana se case con un cristiano.