Orsi asume como presidente de Uruguay

Actualizado
  • 03/03/2025 00:00
Creado
  • 02/03/2025 17:27
De traje y corbata azul, Orsi agradeció a los presidentes que lo precedieron tras la dictadura cívico-militar (1973-1985) y a los partidos políticos que se alternaron en el poder desde entonces

Yamandú Orsi asumió como presidente de Uruguay, recogiendo la antorcha de su mentor y padrino político, el popular exmandatario José “Pepe” Mujica, en el retorno de la izquierda al poder tras cinco años de gobierno de centroderecha.

Orsi liderará hasta 2030 ese país suramericano de 3,4 millones de habitantes, uno de los más estables y prósperos de la región, que este 1 de marzo celebra cuatro décadas de democracia ininterrumpida.

“Llego con profunda gratitud”, dijo el también profesor de historia de 57 años, tras recibir la banda presidencial de Luis Lacalle Pou en la céntrica Plaza Independencia, colmada de gente que lo vitoreaba en la calurosa tarde de verano.

De traje y corbata azul, Orsi agradeció a los presidentes que lo precedieron tras la dictadura cívico-militar (1973-1985) y a los partidos políticos que se alternaron en el poder desde entonces, por cuidar “el frágil cristal” de la democracia.

Un rato antes, luego de jurar lealtad a la Constitución en el Palacio Legislativo, sostuvo que “la buena salud de la democracia está íntimamente asociada al logro de ciertos estándares de bienestar”.

“No seré vacilante ni indiferente”, afirmó, y prometió mantener la estabilidad económica, combatir el delito atacando sus causas, atender la “afrenta dolorosa” de la pobreza infantil y pensar en el desarrollo con “un enfoque sostenible y humano”.

Orsi también consideró “imprescindible” mantener el compromiso de verdad y justicia para los cerca de 200 detenidos-desaparecidos de la dictadura.

El tercer mandatario de izquierda uruguayo después de Mujica (2010-2015), y el fallecido Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020), llega a la Torre Ejecutiva con un 44% de expectativas favorables sobre su gestión, según una encuesta de Opción Consultores.

“Espero que piense mucho en el pueblo y que escuche a la gente”, dijo a la AFP Darío Rodríguez, un programador informático de 37 años.

Mujica, de 89 años y enfermo de un cáncer irreversible, siguió atentamente la toma de posesión de su discípulo, cuya trayectoria de una década como intendente del departamento de Canelones le mostró que tenía condiciones para la Presidencia.

“Le tengo una confianza bárbara”, declaró Mujica, que estuvo sentado junto a los también expresidentes Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995), padre del mandatario saliente, y Julio Sanguinetti (1985-1990), con cuya asunción se recuperó la institucionalidad democrática hace 40 años.

Delegados de más de 60 países, entre ellos el rey de España y los presidentes de Alemania, Armenia, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y República Dominicana, fueron testigos de los actos oficiales.

De los vecinos sólo faltaba el presidente Javier Milei, debido a la inauguración de la nueva legislatura en Argentina.

Orsi reconoció el sábado que le espera “un futuro con desafíos”.

En lo político, lidiará con un Parlamento dividido, en el que el gobernante Frente Amplio (FA) solo controlará el Senado y habrá voces antisistema en la Cámara baja. Pero, según analistas, la interna del oficialismo le generará aún más problemas.

“Dedicará más tiempo y energía a gestionar a sus partidarios más acérrimos que a tratar con sus oponentes políticos”, escribió el economista Arturo Porzecanski en la revista Americas Quarterly, advirtiendo tensiones con la “poderosa” central sindical Pit-CNT, afín al FA.

Orsi, conocido por su talante negociador, deberá atender las demandas sociales sin incrementar el déficit fiscal, que alcanzó en 2024 el 4,1% del PIB, y en momentos en que la falta de lluvias amenaza con afectar el crecimiento, estimado en 3% para este año.

El nuevo presidente tendrá el reto de abatir la criminalidad vinculada en gran parte al narcotráfico, algo que pese a intentarlo no logró Lacalle Pou. Uruguay tiene una tasa de homicidios de 10,5 cada 100.000 habitantes, y unos 16.000 presos con difícil perspectiva de reinserción social.

Por otra parte, las políticas proteccionistas del presidente estadounidense, Donald Trump, impactarán en Uruguay “a través del potencial menor crecimiento en China”, dijo a la AFP Nicolás Saldías, del EIU, la unidad de análisis de The Economist.

Según Porzecanski, “Orsi hereda una economía y un país cuyos fundamentos son muy sólidos”.

“Estoy a las órdenes”, le dijo Lacalle Pou a Orsi al darle un abrazo antes de retirarse.

La víspera, en su último día al mando, el presidente saliente aseguró que “cuidó los recursos públicos”, fue “humanista” y buscó ir “a todos los rincones del país”.

Lacalle Pou, un abogado de 51 años que deja el cargo con 54% de popularidad, no pudo aspirar a la reelección consecutiva porque no está previsto en la legislación uruguaya.

“Toca esperar con ansias cinco años para que vuelva”, dijo a la AFP Leandro Icasuriaga, un operador de grúas de 27 años.

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