J. Carter y la conmoción mundial

Ni con la izquierda, ni con la derecha, con Cristo. Si dentro de los anales de la historia de los EEUU hay que reconocerle méritos a un personaje por su integridad moral y humanista, es al expresidente Jimmy Carter, ahora a través de su Fundación y sus ejecutorias personales. El periódico alemán Der Spiegel recogió unas afirmaciones de este hombre, uno de los pocos sobrevivientes políticos de la democracia estadounidense, cuando, en una reunión de la asociación Atlantik-Brucke en Atlanta, EEUU, dijera que ‘los EEUU no tienen una democracia que funcione’ criticando las actividades de la Agencia de (inteligencia) de Seguridad Nacional de los EEUU.

Según los informes, Carter dijo también que ‘no hay ninguna razón para que sea optimista’ refiriéndose a la situación en Egipto, así como lamentó ‘la excesiva influencia del dinero en las campañas y normas electorales’ en su país, que se entromete en estos procesos en otros países. ‘Por las actividades de esa Agencia-NSA-, plataformas como Google y Facebook, pierden credibilidad en el mundo’. Pregunto: ¿Por qué entonces la casería montada al valiente joven estadounidense E. Snowden? Informes revelan también que, en 2012, Carter escribió en The N. Y. Times, afirmando que ‘los EEUU perderán toda autoridad moral si continúan privando a sus ciudadanos de los derechos civiles’ cuando las revoluciones populares están barriendo el mundo, los EEUU deben fortalecer, no debilitar, las normas básicas del derecho, los derechos humanos y los principios de justicia. ‘En lugar de hacer el mundo más seguro, las violaciones a los derechos humanos incita a nuestros enemigos y aliena a nuestros amigos’ más claro, el agua.

Ante tanta conmoción mundial, aumentan los frentes de guerra con armas más sofisticadas para la destrucción y los daños a la vida. Continúan los asesinatos selectivos internacionales con sus ‘colaterales’ en civiles y niños inocentes, los secuestros, conspiraciones, vuelos y cárceles clandestinas, prácticas que impiden el desarrollo de una civilidad democrática. ¿Qué reclamarle a Irán, N. Corea u otro país? Supuestas democracias, reciben, oficialmente, a opositores y ‘rebeldes’ mercenarios que no acreditan sana y justificada existencia y que reciben armas y apoyos millonarios.

El caso del barco norcoreano es altamente controversial. El contenido de sus bodegas no entró a territorio panameño. Expertos sostienen que la carga estibada dentro de un barco, la más pesada va abajo. Pero, por el canal transitan desechos nucleares altamente peligrosos; barcos y submarinos de guerra de los EEUU pasan sin revisión y sin pagar un real, igual, pasarán sus portaaviones por el canal ampliado, ¿y entonces…, Señor Carter?

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