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- 02/04/2020 12:45
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La pandemia del coronavirus se identificó en China a finales de 2019. El punto común de los primeros casos del COVID-19 fue el mercado de Wuhan, en la provincia de Hubei, el supuesto epicentro de la crisis sanitaria declarada en todo el mundo. Aunque se presume que el virus podría haberse transmitido de una animal al humano, aún se desconoce cuál pudo ser el vector del brote del nuevo coronavirus.
Según los datos compilados por la Universidad Johns Hopkins, China cuenta con más de 82,000 casos y ha sufrido cerca de 3,300 muertes.
Ante este panorama Shenzhen, una ciudad ubicada del sureste de China que conecta Hong Kong con el territorio continental, tomó una medida nunca antes vista. El Gobierno de la ciudad prohibió comer carne de perros y gatos, además de animales silvestres.
Las cifras de la Sociedad Humanitaria Internacional reportó que treinta millones de perros mueren cada año para consumo humano.
Liu Jianping, un funcionario del Centro para la Prevención y Control de Enfermedades de Shenzhen, indicó al medio local Shenzhen Daily que las aves de corral, el ganado y los mariscos que quedan disponibles para el consumidor son suficientes. “No hay evidencias que demuestren que los animales silvestres son más nutritivos que las aves o el ganado”.
El diario La Vanguardia señaló en su artículo que en un principio, la nueva normativa también planteaba prohibir el consumo de ranas y tortugas, dos ingredientes muy comunes en las cocinas del sur de China, pero finalmente seguirán estando disponibles.
Ante este hecho organizaciones a favor de los derechos de los animales han elogiado la decisión adoptada por Shenzhen. “Es la primera ciudad del mundo en tomar en serio las lecciones aprendidas de esta pandemia y hacer los cambios necesarios para evitar otra”, manifestó Teresa M. Telecky, vicepresidenta de una de las organizaciones al periódico español.
De acuerdo con organizaciones protectoras de animales en China, en dicho país se consume unos diez millones de perros y cuatro millones de gatos, una práctica común en algunas regiones pero prácticamente inexistente en otras zonas.