La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
- 28/11/2019 00:00
- 28/11/2019 00:00
Latinoamérica vive una turbulencia social derivada de la inequidad y solo una real transformación del sistema educativo, que permita a todos los niños y jóvenes aprender con calidad, garantizará la viabilidad de un futuro próspero y en paz, alertó este miércoles una alianza de entes civiles de la región.
Se trata de la Red Latinoamericana por la Educación (REDUCA), una alianza de organizaciones civiles de toda índole de 15 países que nació hace ocho años en Brasil, y que celebró hasta este miércoles un período de reuniones en Panamá.
"Estamos convencidos de que la educación es una herramienta de pacificación, de diálogo, de agregación a esta discusión que, digamos, está desbocada por jóvenes que reclaman" su espacio a través de manifestaciones públicas "con imágenes de rebelión", dijo a Efe el secretario general de REDUCA, el argentino Manuel Álvarez Trongé.
Las movilizaciones sociales que se registran en países del sur del continente no son una "sorpresa" para la REDUCA, ya que el "caldo de cultivo" de las mismas se sustenta en que Latinoamérica "tiene el triste récord de ser una región de las más desiguales del planeta", recordó Álvarez Trongé.
Pero al mismo tiempo esta red regional de organizaciones civiles ve en esta "crisis una oportunidad", por lo que aboga "por la garantía prioritaria del derecho a la educación" como centro de toda política pública en los países latinoamericanos, dijo el secretario general de la alianza.
"Desde REDUCA lo que estamos reclamando es una prioridad absoluta, pero una prioridad en serio" de la educación, que no sea vista como mero "gasto educativo, es una inversión en el futuro de la viabilidad de nuestros países", precisó.
En ese contexto, existe la necesidad urgente una transformación educativa, pues los chicos del siglo XXI, una época marcada por el alcance de la internet y la inteligencia artificial, están recibiendo una educación del siglo XX, dijo Álvarez.
"Es imperativo abrir la conversación" hacia asuntos como "la redefinición de las figuras educadoras y tutoras; la importancia de la integralidad desde primera infancia; la urgencia de potenciar la voz y abrir espacios al protagonismo de niñas, niños y jóvenes, y la profesionalización permanente de los docentes", indicó la REDUCA en la llamada "Declaración de Panamá".
La transformación educativo en los términos expuestos por la REDUCA quiere de esfuerzo mancomunado: "no podemos delegar solamente en un Gobierno la cuestión educativa sino que la sociedad civil tiene que estar muy cerca para apoyar, también para criticar y controlar. Todos somos los responsables de la educación", dijo Álvarez.
"El desarrollo educativo no puede depender de los ciclos de pocos años de una administración (de gobierno) que rechaza o desprecia el esfuerzo previo. Se hace necesario repensar una política de Estado que se enfoque en devolver a la educación pública, su prestigio y prioridad", agregó el documento consensuado en Panamá.
Álvarez dijo que la visión de alianza está recogida en un "manifiesto" con "algunas ideas de lo que debe ser el cumplimiento de la garantía del derecho humano de aprender", que ha sido presentado a diferentes funcionarios de la región, incluida la ministra de Educación de Panamá, Maruja Gorday, quien participó en la cita de Panamá que concluyó este miércoles.
"El Manifiesto REDUCA marca una ruta de relevantes hitos: trayectorias escolares completas; aprendizaje con sentido; fortalecimiento del rol de docentes y directivos; esfuerzos por medio de alianzas e ir más allá de las pruebas estandarizadas", señala la Declaración de Panamá.